Un incendio forestal de gran magnitud ha dejado a la localidad de Sacsay, en el distrito de Huayllabamba, Sihuas, en situación crítica tras una semana de incesantes llamas. Las praderas y pajonales que rodean la zona fueron arrasadas, y los comuneros se enfrentan ahora a un escenario desolador, con animales calcinados y un ecosistema devastado.
El incendio, que se originó en las praderas cercanas, no solo consumió plantas nativas como el icho, sino que también acabó con la vida de numerosos animales que habitaban la zona. «Ya no más. No solo estamos quemando plantas, estamos quemando vida», expresó un comunero con profundo pesar, al hallar restos de animales entre los arbustos carbonizados.
Garhuacasha, un sector ubicado en las faldas del Apu Hatunirka, una montaña sagrada para los locales, fue uno de los más gravemente afectados. La destrucción de la flora y fauna es considerada irreparable, afectando tanto al medio ambiente como al sustento de muchas familias que dependen de estos recursos.
Las autoridades locales aún evalúan el impacto total de las pérdidas, mientras la comunidad de Huayllabamba hace un llamado urgente al gobierno para reforzar las medidas de prevención y control de incendios. El futuro de la zona es incierto, marcado por la necesidad de reconstrucción y la preservación de su valioso entorno natural.