El exgobernador regional de Áncash, Juan Carlos Morillo, ha reafirmado su inocencia tras haber pasado 30 meses en el penal de Huaraz, donde fue internado por presunta corrupción en el caso IOAR del hospital de Huaraz. Morillo lamentó su detención, calificándola de injusta, y ha adelantado que podría denunciar a jueces y fiscales por lo que considera una investigación mal conducida.
Morillo señaló que, por ahora, está enfocado en su familia, pero no descartó iniciar acciones legales contra quienes, según él, formaron parte de un complot para apartarlo del poder. «La fiscalía debe perseguir los delitos, no hacer persecución política», declaró el exgobernador.
Aunque se dedica temporalmente a su entorno familiar, Morillo no descartó su retorno a la política, reafirmando su afiliación al partido Somos Perú y adelantando que ya se están organizando de cara a las próximas elecciones.