Un numeroso grupo de docentes auxiliares de diversas regiones realizó una movilización el jueves. 7 de noviembre, exigiendo el cumplimiento de la Ley 31923, que establece el incremento de sus remuneraciones en función a la primera escala de los docentes magisteriales. Esta ley, aprobada el año pasado, aún no ha sido implementada por el Gobierno, según declaró Filder Figueroa Torres, representante de los docentes auxiliares.
“La ley fue aprobada, pero hasta ahora el Gobierno no ha cumplido con implementarla. Somos docentes auxiliares de educación que trabajamos en condiciones salariales muy bajas, esperando el cumplimiento de esta normativa que permitiría mejorar nuestra situación,” expresó Figueroa Torres durante la protesta.
Situación en Áncash y a nivel nacional
A nivel nacional, los afectados suman alrededor de 22,800 docentes auxiliares. En el Callejón de Huaylas, en la región Áncash, se estima que aproximadamente 800 auxiliares trabajan en distintos niveles de educación: inicial, primaria, secundaria y educación especial. Estos profesionales, fundamentales en el sistema educativo, denuncian que llevan un año sin ver mejoras salariales, pese a las promesas de la ley aprobada en 2023.
Mientras tanto, varios dirigentes de Áncash se encuentran en Lima, encabezando gestiones ante las autoridades para visibilizar la situación y buscar una respuesta efectiva. Sin embargo, de acuerdo declaraciones de Figueroa Torres, el Ministerio de Economía ha señalado la falta de presupuesto como el principal obstáculo, indicando que la implementación del incremento tampoco sería posible para el próximo año.
Posible huelga indefinida si no hay respuesta
Ante la falta de avances y el posible estancamiento de sus reclamos, los docentes auxiliares han advertido que las protestas podrían radicalizarse a nivel nacional. Según los dirigentes, si no obtienen una respuesta favorable del Ministerio de Economía y el Ministerio de Educación, no descartan medidas extremas como una huelga indefinida o incluso huelgas de hambre.
“No se puede ignorar más el trabajo que realizamos como auxiliares. Si no somos escuchados, radicalizaremos nuestras acciones,” aseveró Figueroa Torres, quien también resaltó la falta de apoyo del Sindicato Único de Trabajadores en la Educación (SUTEP) hacia los auxiliares.