Flor Huerta Rivera, de 31 años, compartió su experiencia en el Hospital de Huaraz, donde el pasado 13 de noviembre acudió para un control de gestante. En esa visita, los médicos le informaron que debía permanecer hospitalizada debido a que ya había sobrepasado las 40 semanas de gestación y no mostraba síntomas de parto, por lo que, se le programó una cesárea para garantizar la seguridad tanto de la madre como del bebé.
Experiencia postparto y falta de atención
Ante ello, el 16 de noviembre, después de sentir contracciones, fue ingresada a la sala de partos, donde se le realizó la cesárea. Sin embargo, Flor relata que tras el procedimiento, presuntamente no recibió alimentos y solo le suministraron suero y medicamentos; apesar de que le informaron que tenía la hemoglobina baja. Luego de dos días, el 18 de noviembre, cuando aún se encontraba en un estado delicado, le indicaron que debía ser dada de alta.
Flor declara que al ser enviada a casa recibió una receta, la cual fue escrita en papel de cuaderno, carente de la firma y el sello de un especialista en salud. Además, según su manifestación, no le proporcionaron indicaciones claras sobre cuándo debería regresar para los chequeos postoperatorios.
Presión y anticonceptivos
La situación se tornó aún más preocupante cuando la señora Huerta Rivera según sus declaraciones, aseguró que, contra su voluntad, le administraron una ampolla anticonceptiva, argumentando que «toda mujer que da a luz sale con planificación familiar de manera obligatoria».
Salud en riesgo y llamados de auxilio
Al cierre de la presente nota, la mujer denunció encontrarse en su hogar enfrentando complicaciones de salud que incluyen sangrado abundante, escalofríos e hinchazón en los pies. Al respecto, hizo un llamado urgente a las autoridades sanitarias para que le brinden la atención necesaria, ya que teme que su estado pueda derivar en consecuencias graves tanto para ella como para su bebé.
Cabe resaltar, que la elaboración de esta redacción se han realizado tan solo con las declaraciones de la presunta víctima, sin sindicar ni abogar por ninguna de las partes. Se espera posteriormente mayor información por parte de los involucrados.