La comunidad de Huarmey se vio conmovida por la trágica muerte de “Simbo”, el perro que formaba parte del equipo de serenazgo del distrito. Simbo se encontraba haciendo su habitual ronda nocturna con los agentes de seguridad, cuando dos motocicletas pasaron a toda velocidad. En un momento, uno de los vehículos arrolló al can, dejándolo gravemente herido en el pavimento mientras victimarios se daban a la fuga sin prestar ayuda.
El fatídico accidente
El lamentable suceso se produjo en las intersecciones de la avenida Garcilaso de La Vega y el pasaje Rosario, justo frente al Mercado Modelo de Huarmey. A pesar de ser una mascota, Simbo era considerado un miembro indispensable del cuerpo de seguridad ciudadana, participando en diversas actividades y siendo un referente local en campañas de adopción y vacunación canina.
Intentos de auxilio fallidos
Los serenazgos que se encontraban realizando su patrullaje inmediatamente acudieron al auxilio de Simbo, transportándolo de emergencia a una veterinaria. Lamentablemente, el perrito no resistió las graves lesiones sufridas y falleció durante el traslado. Su muerte ha dejado un vacío en la unidad de serenazgo y en el corazón de quienes lo conocieron.
“Simbo”, un miembro de la familia
Simbo no solo era una mascota; su presencia en la sede de serenazgo y en las inmediaciones del Palacio Municipal había creado un lazo especial con los vecinos. Muchos habitantes de Huarmey se habían encariñado con él y, con frecuencia, llevaban alimentos para compartir. Su participación en desfiles y eventos comunitarios había consolidado su estatus como símbolo de alegría y compañía.
Despedida en el Palacio Municipal
En un gesto de respeto y cariño, Simbo fue enterrado en los jardines del frontis del Palacio Municipal. Este lugar, donde pasó tanto tiempo junto a los serenos y los ciudadanos, se erige ahora como un pequeño homenaje a su memoria y a su papel como fiel compañero de la comunidad.