Recientes declaraciones de la subdirectora de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Áncash, Milagros Esteban, han revelado que más del 10% de las obras actualmente en ejecución en Áncash no cuentan con los permisos adecuados del Ministerio de Cultura.
La especialista ha evidenciado que los expedientes presentados para obtener los Certificados de Inexistencia de Restos Arqueológicos (CIRAS) y los Planes de Monitoreo Arqueológico (PMAS) presentan numerosas observaciones, lo que afecta directamente la tramitación y ejecución de los proyectos.
Observaciones en la presentación de expedientes
Milagros Esteban, destacó la preocupación por la calidad de los expedientes entregados por las municipalidades. En un taller organizado por dicha entidad, se dieron a conocer los errores más comunes que ciertas administraciones han cometido en sus solicitudes, lo que ha llevado a demoras significativas en la obtención de autorizaciones necesarias para las obras.
«Es primordial que las municipalidades entiendan cómo estructurar un plan de monitoreo y qué requisitos deben cumplir no solo para el CIRAS, sino también en la presentación de sus memorias descriptivas y planos técnicos», indicó Esteban.
Necesidad de capacitación y profesionalización
La capacitación se presenta como una solución viable. En este sentido, se recomendó que las municipalidades cuenten con personal arqueológico profesional dentro de sus equipos. Este personal especializado no solo podría evaluar las áreas antes de hacer solicitudes, sino también asegurar la correcta formulación de los expedientes, reduciendo así las probabilidades de observaciones que interrumpen el flujo normal de tramitación.
Además, la especialista subrayó que muchos errores se deben a la falta de personal capacitado que pueda realizar una prospección adecuada del terreno. Cuando no se lleva a cabo una evaluación previa al movimiento de tierras, es probable que se descubran evidencias arqueológicas que atrasen los proyectos. Esteban enfatizó que es esencial que se realicen las gestiones correctas antes de iniciar cualquier obra para evitar repercusiones legales.
Tiempos de autorización y medidas para evitar demoras
En referencia a los tiempos de respuesta, se aclaró que los plazos establecidos en la normativa son claros: un CIRAS debe ser evaluado en un máximo de 20 días hábiles, mientras que un plan de monitoreo arqueológico tiene un plazo de respuesta de apenas 10 días hábiles. Sin embargo, estos plazos se detienen al momento de que un expediente es observado, lo que recalca la importancia de elaborar solicitudes sin errores. Para ello, se ha considerado de suma relevancia realizar un seguimiento constante de los expedientes presentados.
Manejo de los permisos arqueológicos
Ante la preocupación por las irregularidades detectadas, es evidente que abordar estos problemas mediante capacitación y profesionalización es crucial no solo para el desarrollo cultural y patrimonial en Áncash, sino también para garantizar que las obras se lleven a cabo respetando lineamientos establecidos. El adecuado manejo de los permisos arqueológicos no solo evita la paralización de proyectos, sino que también contribuye a la preservación del patrimonio histórico de la región.