Las autoridades de Huaraz han intensificado los operativos de «Navidad Segura» con el objetivo de garantizar la seguridad y la salud pública durante las festividades. En las últimas semanas, se han clausurado varios establecimientos comerciales y de entretenimiento, especialmente en la zona de Barranquito, por incumplir normativas sobre seguridad, horarios de funcionamiento y permisos de operación. A pesar de los esfuerzos, las autoridades aún enfrentan dificultades para hacer cumplir las medidas de manera consistente, especialmente en los locales que continúan operando de forma irregular.
Uno de los focos de los operativos es la vigilancia en las panificadoras locales, donde se realizarán inspecciones para verificar las condiciones sanitarias de los productos. Sin embargo, las autoridades han señalado que este tipo de intervenciones no siempre logran cubrir la totalidad de los establecimientos, y han reconocido que el control en algunos sectores sigue siendo un desafío. La calidad de los productos alimenticios, vital en estas fechas, está en riesgo, lo que pone en evidencia la necesidad de una mayor supervisión.
Además, la coordinación con la Policía Nacional del Perú ha sido clave para la implementación de operativos en contra de la trata de personas. Aunque se han realizado reuniones con áreas especializadas en seguridad y en inteligencia, la falta de información precisa sobre las intervenciones futuras plantea interrogantes sobre la efectividad de estas acciones. La detección de posibles víctimas en lugares de ocio nocturno sigue siendo una preocupación, pero aún se carece de detalles sobre el alcance y los resultados de las intervenciones programadas.
Mientras tanto, la población de Huaraz continúa observando estos operativos con escepticismo, preguntándose si las autoridades lograrán implementar medidas realmente efectivas para proteger a la comunidad, especialmente cuando se observa la persistente falta de cumplimiento en algunos sectores comerciales y de entretenimiento. La Navidad en Huaraz, marcada por el bullicio y el aumento de actividades, pone a prueba la capacidad del gobierno local para garantizar la seguridad y la salud pública de manera integral.