El distrito de Taricá, ubicado en la provincia de Huaraz, sufrió severas consecuencias a raíz de vientos fuertes que afectaron a la comunidad. Cuatro viviendas de material rústico del centro poblado de Irhua y 150 metros cuadrados de cultivos de maíz en el caserío de Shimpi resultaron dañados, dejando a varias familias en una situación vulnerable.
Evaluación de daños y ayuda humanitaria
Los vientos intensos generaron preocupación entre los residentes. Según el informe del municipio local, las familias afectadas tuvieron que buscar refugio en otros lugares que no sufrieron daños. Este tipo de eventos meteorológicos, cada vez más frecuentes, subrayan la importancia de estar preparados ante las ocurrencias de la naturaleza.
En respuesta a la emergencia, se entregaron bienes de ayuda humanitaria a dos de las familias afectadas, y se anunció que en los próximos días se continuará con la atención a los restantes damnificados. Asimismo, se implementará un plan para atender a la persona que perdió parte de su cultivo, utilizando otra categoría presupuestal destinada a emergencias.
Peligros de la temporada de lluvias
La situación en Taricá es un recordatorio de los peligros que enfrenta la población ante fenómenos naturales, especialmente en la temporada de lluvias. Por lo que se recomienda a la ciudadanía a tomar precauciones adecuadas para minimizar riesgos. Entre estas se encuentran:
- Revisión de infraestructura: Es fundamental que los propietarios de viviendas revisen el estado de sus techos y estructuras, asegurándose de que estén en condiciones óptimas para resistir vientos fuertes y lluvias intensas.
- Preparación de emergencias: Las familias deben tener un plan de emergencia que incluya rutas de evacuación y un kit básico que contenga agua, alimentos no perecibles, medicamentos y documentos importantes.
- Monitoreo de pronósticos: Mantenerse informado sobre las condiciones climáticas a través de fuentes confiables puede marcar la diferencia en la preparación y respuesta ante situaciones adversas.
- Protección de cultivos: Los agricultores deben implementar técnicas de cultivo que minimicen el daño por viento y agua, así como buscar asesoramiento técnico para salvaguardar sus cosechas.