Un nuevo accidente protagonizado por una combi de la empresa «Purito Chavín» ha encendido las alarmas sobre la seguridad vial en la región. Ayer, alrededor de las 4 de la tarde, en el sector Buenos Aires de la ruta Cátac-Chavín, el vehículo perdió el control y dio dos vueltas de campana, dejando como saldo una persona heridas. Según las investigaciones preliminares de la Policía de Carreteras de Cátac, el exceso de velocidad habría sido el factor determinante del siniestro.
Este no es el primer incidente que pone en entredicho a la empresa. Testigos recordaron que «Purito Chavín» estuvo implicada en un trágico accidente en la vía Pativilca-Huaraz, donde 10 personas perdieron la vida. Pese a este antecedente, la empresa sigue operando bajo lo que algunos han calificado como un «silencio cómplice» de las autoridades. Cuestionamientos han surgido hacia el jefe de Tránsito de la municipalidad de Recuay, Mauro Molina, quien habría firmado la resolución que permite el funcionamiento de la empresa, sin conocimiento del alcalde Harold Ramírez.
El accidente no solo evidencia problemas en la conducción, sino también en la regulación y supervisión del transporte público. El silencio de las autoridades ante una empresa con antecedentes fatales plantea serias dudas sobre la efectividad de los controles y la protección de los usuarios.
La continuidad de «Purito Chavín» en el servicio ha generado indignación entre los pobladores, quienes exigen acciones inmediatas para garantizar que tragedias similares no vuelvan a ocurrir. La seguridad vial debe ser prioritaria, más aún cuando los antecedentes demuestran el alto costo humano de la negligencia y la falta de regulación efectiva.