Un incendio ocurrido en el sector Puquip, distrito y provincia de Yungay, dejó a siete integrantes de una familia en condición de afectados. Según informó el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER), el siniestro destruyó gran parte de una vivienda de material rústico. A pesar de los esfuerzos conjuntos entre agentes de Serenazgo y vecinos para controlar las llamas, los daños fueron considerables.
El incidente resalta la fragilidad de las viviendas construidas con materiales precarios, comunes en diversas localidades de la región Áncash. Estas estructuras, aunque económicas, son altamente vulnerables a eventos como incendios, que pueden propagarse con rapidez y ocasionar pérdidas irreparables. En este caso, la familia afectada enfrenta no solo la pérdida material, sino también la incertidumbre de reconstruir su hogar en condiciones más seguras.
Actualmente, la familia permanece en las áreas de la vivienda que no resultaron dañadas, mientras la Municipalidad Provincial de Yungay coordina la entrega de ayuda humanitaria. Sin embargo, estas medidas, aunque necesarias, son apenas un paliativo frente a un problema estructural más amplio, la falta de acceso a viviendas seguras y el insuficiente conocimiento sobre la prevención de incendios.
Este incidente debe ser un llamado de atención para las autoridades locales y regionales sobre la necesidad de implementar estrategias de mitigación de riesgos en comunidades vulnerables. Programas de capacitación, campañas de prevención y el acceso a materiales de construcción más resistentes podrían marcar la diferencia y evitar tragedias similares en el futuro.