La construcción del Instituto Tecnológico de Recuay, una de las obras más esperadas de la región, sigue enfrentando dificultades que retrasan su culminación. Según el consejero de la provincia, la obra, que debería haberse entregado en noviembre, acumula ya un retraso de dos semanas, un hecho que ha generado inquietud tanto en la población como en las autoridades locales. El malestar se profundiza debido a la falta de una justificación clara sobre las causas del retraso, lo que agrava aún más la situación.
El alcalde de Recuay, quien ha estado en constante comunicación con el consejero, aseguró que se tomarán medidas para corregir la situación. De acuerdo con el consejero, el alcalde manifestó que se aplicarán penalidades a la empresa contratista por no cumplir con los plazos establecidos. A pesar de que los informes oficiales de la Contraloría indican que el retraso no es tan extenso, tan solo dos días, el consejero señala que los avances físicos de la obra son escasos y no cumplen con las expectativas. Esto pone en duda el compromiso de la empresa y la efectividad de las acciones de supervisión.
El principal obstáculo, según lo señalado por las autoridades, radica en la calidad del equipamiento, específicamente las butacas, que no cumplen con los estándares establecidos en el contrato. Esta deficiencia ha retrasado el proceso de entrega de la obra, ya que la empresa contratista debe realizar las correcciones necesarias antes de poder continuar con la fase final de la construcción. La situación ha generado preocupación en la comunidad, ya que los plazos establecidos para la inauguración se han visto afectados y no se vislumbra una solución inmediata.
La obra, cuyo valor estimado es de 500 millones 200 soles, es una inversión clave para el desarrollo educativo de la región, por lo que las autoridades locales han manifestado que están haciendo todo lo posible para que los retrasos no se prolonguen más. La población de Recuay espera que la intervención de las autoridades logre garantizar la culminación de la obra lo antes posible, para que el Tecnológico de Recuay se convierta en un centro de formación de calidad que beneficie a los jóvenes de la zona.