En un operativo realizado en Huaraz, la policía intervino a un ciudadano venezolano entre el jirón Juan de la Cruz Romero y la avenida Raimondi, tras ser identificado por las cámaras de seguridad con lo que aparentemente era un arma de fuego. La intervención se produjo luego de que el hombre, visiblemente reacio, intentara evadir el control policial, pero finalmente fue capturado y conducido a la comisaría para su identificación. Sin embargo, lo que parecía ser un intento de violencia terminó siendo un malentendido.
Al realizarse el registro, los agentes descubrieron que el arma en cuestión no era real, sino una réplica, lo que generó dudas sobre la naturaleza de la intervención. La Comisaria de Huaraz, Geraldine Alegre, explicó que a pesar de la presencia del objeto en cuestión, no se reportaron víctimas ni se pudo comprobar la intención del extranjero de causar daño. Además, tras realizar una exhaustiva revisión de antecedentes, se determinó que el ciudadano venezolano no tenía registros que lo vincularan con actividades delictivas.
La falta de una víctima directa y la ausencia de un delito flagrante fueron claves para la liberación del intervenido. La Comisaria aclaró que, según las leyes, no se pueden realizar detenciones sin la existencia de una víctima o de un delito flagrante. A pesar de la resistencia mostrada por el intervenido, quien intentó evadir el control, el proceso legal concluyó sin mayores consecuencias para él, una vez verificada la situación.
Este caso pone en evidencia los desafíos que enfrenta la policía en situaciones donde la información es incierta y la presencia de elementos potencialmente peligrosos genera intervenciones que, en ocasiones, no terminan con resultados concretos. La identificación de ciudadanos extranjeros y el control de identidad, conforme a las normativas, continúan siendo esenciales para la seguridad pública, aunque este caso resalta las complejidades de manejar situaciones donde no hay víctimas inmediatas ni evidencia suficiente para proceder con acusaciones formales.