La situación de los talleres de pirotecnia en la región Áncash se ha vuelto alarmante. Según la analista de la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Control de Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (SUCAMEC), Norma Morales, solo un 20% de estos talleres cuenta con la autorización necesaria para operar. Este preocupante escenario ha desencadenado varios accidentes mortales y situaciones de riesgo que ponen en jaque la seguridad de la población.
Accidentes recientes y consecuencias fatales
En un reciente operativo llevado a cabo en Carhuaz, se identificó un taller ilegal que funcionaba en una vivienda. A pesar de las advertencias sobre las condiciones peligrosas del lugar, una semana después se reportó un trágico incidente en el mismo local. Un accidente con productos pirotécnicos resultó en quemaduras de gravedad que, lamentablemente, llevaron al fallecimiento de una madre, su hijo y un trabajador.
Otro hecho alarmante ocurrió en un colegio de Caraz, donde un alumno manipuló pirotecnia, resultando en quemaduras de menor consideración. Aunque no se lamentaron vidas en este caso, subraya el riesgo constante que representa la fabricación y manipulación de fuegos artificiales en entornos no regulados.
La lucha contra la informalidad y la sensibilización
Norma Morales enfatiza la necesidad urgente de formalizar los talleres de pirotecnia en Áncash. Actualmente, de los talleres existentes, solo hay dos autorizados en Chimbote, uno en Caraz y dos en el distrito de Independencia.
«Estamos hablando de un 100% de talleres de pirotécnicos en el departamento, pero solo un 20% está formalizado», afirmó la especialista.
Cabe mencionar que pese a las sensibilizaciones a fabricantes sobre la importancia de obtener la autorización correspondiente y cumplir con las medidas de seguridad necesarias; muchos continúan trabajando de manera informal, lo que incrementa el riesgo de accidentes. Durante la temporada navideña, se observa un aumento en la venta de productos pirotécnicos, y lamentablemente, muchos vendedores carecen de la autorización necesaria.
«Hacemos un llamado a la población y a las autoridades municipales para trabajar juntos en la sensibilización y formalización de los talleres», instó Morales. La colaboración es clave para evitar más tragedias y garantizar que la fabricación de pirotecnia se realice en condiciones seguras.