En un contexto de creciente tensión social entre las comunidades campesinas del departamento de Áncash, la Federación Agraria (FADA) ha hecho un llamado al Gobierno Regional para la creación de una oficina dedicada a la atención de controversias internas. Efrain Rodríguez, presidente de la FADA, destacó la importancia de contar con una entidad que pueda responder de manera ágil y efectiva a los conflictos que surgen en estas comunidades, como el reciente caso entre los pobladores de Ecash y Huacran en Carhuaz.
Problema estructural en la atención de conflictos
A pesar de que en la región existen 350 comunidades campesinas y cinco consejeros regionales que las representan, actualmente no hay ninguna oficina dentro de la estructura del Gobierno Regional o de la Dirección Regional de Agricultura que se encargue de gestionar estos temas.
«La situación se ha vuelto insostenible. Los problemas no son aislados, están ocurriendo en diversas provincias, incluyendo Chavín de Huantar, y requieren de atención inmediata», afirmó.
El presidente de la FADA también criticó la falta de compromiso de las autoridades regionales, quienes, según él, han utilizado a las comunidades campesinas como herramientas para ganar elecciones, haciendo promesas que rara vez se cumplen.
«No podemos seguir aceptando que nos utilicen solo en tiempos electorales. Necesitamos soluciones reales», enfatizó.
Llamado a la acción de autoridades
La falta de una oficina que regule y medie en las controversias campesinas ha llevado a que muchos líderes comunitarios abusen de su posición, afectando a los campesinos más vulnerables.
«Estamos viendo que la situación se puede agravar cada vez más, y no hay un ente que ponga orden. La ausencia de esta oficina nos obliga a recurrir al Ministerio Público, un proceso que es largo y complicado», lamentó Rodríguez.
Ante ello, se ha solicitado formalmente que se considere la creación de esta oficina dentro de la estructura orgánica de la Dirección Regional de Agricultura, argumentando que es esencial para el desarrollo y bienestar de las comunidades campesinas.
«Necesitamos un organismo que no solo se ocupe de la legalidad y el reconocimiento de las comunidades, sino que también atienda los problemas sociales que surgen a diario», concluyó el presidente de la FADA.