El ex director regional de Agricultura de Áncash, Wilmer López Camacho, ha roto su silencio luego de haber pasado 18 meses en prisión, acusando a la fiscalía de presentar cargos infundados en su contra. López, quien estuvo al mando de la Dirección Regional de Agricultura durante el periodo 2022-2023, en la gestión de Henry Borja Cruzado, se vio involucrado en un proceso judicial que lo acusaba de corrupción y otros delitos graves.
Entre las acusaciones presentadas por los fiscales, se encontraba el supuesto contrato de “trabajadores fantasmas” y el tráfico de terrenos estatales. López asegura que dichas acusaciones han sido refutadas con pruebas documentales que demuestran su falsedad. En relación al primer punto, mencionó que el peritaje contable realizado en su contra fue invalidado, pues violó procedimientos legales establecidos, y tras una nueva evaluación se concluyó que no existió tal “trabajo fantasma”.
Otro de los cargos que pesaba sobre López era el de tráfico de terrenos, por lo que se le acusaba de vender terrenos del Estado a amigos y allegados. Sin embargo, el ex funcionario dejó claro que no había vendido ni un metro cuadrado de terreno, y que los documentos presentados por la nueva gestión regional así lo confirmaron.
Por otro lado López también enfrentó acusaciones relacionadas con el cobro de coimas, señalando que personas cercanas a él habrían incurrido en ese delito sin su conocimiento. Sin embargo, las conversaciones de WhatsApp que surgieron como evidencia no fueron tomadas en cuenta por algunos fiscales, aunque finalmente López consiguió acceder a ellas, las cuales mostraban indicios de que las personas implicadas actuaron de manera autónoma. La defensa de López insiste en que todas las pruebas presentan irregularidades y descalificaciones hacia el proceso judicial en su contra.