Las protestas en Huari, desatadas por la liberación de T.S.R., acusado de atropellar y matar a su pareja, han generado preocupación en la región. Pese a los enfrentamientos entre manifestantes y la Policía, no se han reportado heridos, aunque sí daños materiales.
Ante la escalada de tensión, la División de Orden y Seguridad de Áncash ha reforzado la presencia policial con un contingente de la Unidad de Servicios Especiales (USE), especializado en control de disturbios. La medida busca prevenir nuevos incidentes y facilitar el diálogo entre las autoridades judiciales, la Fiscalía y la población.
El jefe encargado de la Policía en la región indicó que actualmente hay 30 efectivos en la zona de Huari, y que, en caso de ser necesario, se evaluará el envío de más personal. Subrayó que el objetivo principal es evitar confrontaciones y trabajar en coordinación con la comunidad para garantizar la seguridad.
Mientras tanto, las autoridades instan a la población a mantener la calma y expresar sus demandas de manera pacífica.