David Ramos Chárqui, responsable de Gestión de Riesgos de Independencia, precisó que el aumento súbito del caudal del río Casca provino de un desborde de una laguna en formación al pie del Nevado Vallunaraju. “La laguna Llaca no se ha desbordado, está descartado”, subrayó.
La magnitud del evento obliga a coordinar acciones con la provincia de Huaraz. El tramo comprendido entre el puente Jínua y el sector Acovichay permanece sepultado por lodo y rocas, por lo que brigadas municipales y regionales operan maquinaria pesada para reabrir la ruta.
Todas las familias de las zonas críticas fueron evacuadas a tiempo y, hasta el cierre de esta edición, no se registran víctimas personales. Equipos de evaluación de daños recorren Palmira, El Milagro y barrios aledaños para cuantificar pérdidas y gestionar el traslado inmediato de bienes de ayuda humanitaria.
Las autoridades reiteran el pedido de evitar riberas inestables, no propagar rumores y sintonizar canales oficiales para conocer las nuevas disposiciones de seguridad y puntos de acopio de donaciones.