Durante una sesión extraordinaria de la Plataforma Distrital de Defensa Civil en Mancos, se alertó sobre la presencia de una masa glaciar de aproximadamente 18 millones de metros cúbicos en el pico sur del nevado Huascarán, la cual representa un riesgo potencial de desprendimiento que podría tener graves consecuencias para la población del distrito.
La advertencia fue formulada por el jefe de la Oficina Regional de Gestión del Riesgo de Desastres de Áncash, Rafael Macedo Menacho, quien informó que, según un reciente reporte técnico del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (INAIGEM), también existe una masa rocosa inestable que incrementa el peligro para la ciudad.
Ante este escenario, las autoridades acordaron acciones inmediatas, como la implementación urgente de un sistema de alerta temprana, así como el inicio de trabajos de señalización, visibilización de rutas de evacuación y la identificación de zonas seguras. Estos esfuerzos se desarrollarán de manera articulada entre el distrito, la provincia y el gobierno regional.
Además, se anunció que el Gobierno Regional de Áncash designará a dos vigías permanentes en la zona de riesgo, con el objetivo de monitorear el comportamiento del glaciar y comunicar cualquier cambio que pueda desencadenar una emergencia.
Como medida preventiva, también se dispondrá del despliegue de personal técnico en Mancos y Yungay para brindar asistencia especializada a las autoridades y comunidades locales. Asimismo, se enfatizó la importancia de participar en el próximo simulacro nacional, ya que permitirá fortalecer la cultura de prevención y la seguridad de los habitantes.
“Estamos tomando medidas firmes y coordinadas para proteger la vida de la población. No podemos esperar a que ocurra una tragedia como la del pasado en Yungay”, expresó Macedo Menacho.