El Gobierno Regional de Áncash ha puesto en marcha un plan de prevención ante la alerta por un posible desprendimiento de masa glaciar del nevado Huascarán. La medida se ejecuta en coordinación con las autoridades locales de los distritos de Mancos y Yungay, zonas que serían las más afectadas en caso de un evento de esta magnitud.
Gastone Rafael Macedo Menacho, jefe regional de Gestión del Riesgo, informó que se recibieron reportes preliminares del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem), los cuales advierten que un eventual desprendimiento podría generar un aluvión que llegaría al centro poblado de Mancos en tan solo 18 minutos.
“Recibimos el informe de Inaigem y de inmediato desplazamos a nuestro personal para brindar asistencia técnica a las municipalidades de Yungay y Mancos”, señaló el funcionario.
Frente a este escenario, equipos técnicos ya se encuentran en la zona identificando puntos seguros, señalizando rutas de evacuación y desarrollando jornadas de sensibilización con la población. “Tenemos que trabajar intensamente en educación comunitaria. Es la única forma de reducir los daños ante un fenómeno de esta magnitud”, enfatizó.
Asimismo, Macedo anunció que se evalúa la implementación de un sistema de alerta temprana satelital (SAT) en coordinación con la Municipalidad Distrital de Mancos, lo que permitiría monitorear en tiempo real el comportamiento glaciar.
Según estimaciones, alrededor de 4 mil personas residen en el centro poblado de Mancos, población que sería altamente vulnerable ante una emergencia de este tipo. “Hemos activado tres cuadrillas para impulsar el plan de educación comunitaria en los 166 distritos y 20 provincias de la región”, precisó Macedo.