Tras la reciente aprobación de la Ley del Sistema Nacional de Flagrancia por el Congreso de la República, la Corte Superior de Justicia de Áncash ya ha iniciado las coordinaciones para implementar su propia Unidad de Flagrancia, un modelo judicial que busca resolver casos en tiempo récord, mediante la articulación interinstitucional.
“El Congreso ya aprobó una ley que obliga a todas las cortes del país a implementar unidades de flagrancia. ¿Qué significa esto? Que en un mismo espacio físico deberán reunirse el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Policía Nacional y la Defensoría Pública para actuar de manera inmediata cuando se detenga a una persona en flagrancia”, explicó el presidente de la Corte de Áncash, Nilton Fernando Moreno Merino.
Según Moreno, esta unidad permitirá que casos flagrantes puedan ser resueltos de forma célere: “La idea es que en cuestión de horas se pueda poner un caso a disposición del juzgado y emitir una sentencia inmediata, lo que representa un cambio trascendental en la administración de justicia”.
Este nuevo sistema apunta a combatir la impunidad en delitos menores y de mediana gravedad, como hurtos, violencia familiar o resistencia a la autoridad, con procesos ágiles que eviten que los implicados permanezcan largos periodos en libertad sin resolución.
“Aspiramos a implementar esta unidad a partir de julio. Estamos trabajando en las coordinaciones logísticas y presupuestales para que eso se concrete en nuestra sede”, adelantó el titular judicial.
Moreno también destacó que este esfuerzo complementará el trabajo realizado en el sistema penal en los últimos 13 años, que ha permitido avances importantes en casos de corrupción y violencia. “Con este nuevo modelo esperamos una mayor eficacia y descongestión en los despachos judiciales, que actualmente lidian con una sobrecarga insostenible”, remarcó.