El sismo de magnitud 6.1 registrado el domingo 15 de junio a las 11:35 a. m., con epicentro a 30 kilómetros al suroeste del Callao, no generó alteraciones ni riesgos en las principales lagunas de la Cordillera Blanca. Así lo confirmó la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres de la Municipalidad Provincial de Huaraz, tras un monitoreo especial activado por el evento telúrico.
La jefa del área, Vanessa Meza Nieto, detalló que el movimiento —que se sintió con ligera intensidad en la ciudad de Huaraz— no provocó oleajes anómalos, desbordes ni deslizamientos en las lagunas Palcacocha, Tulpacocha, Cuchillacocha y Rajucolta. Explicó que el monitoreo diario que realizan a través del Centro de Operaciones de Emergencia Provincial (COEP) mostró que todo se mantuvo dentro de los rangos normales. Sin embargo, remarcó que la ausencia de afectación no debe ser motivo de conformismo.
Meza reiteró que es urgente que el Gobierno Regional de Áncash retome e implemente un proyecto multipropósito para mitigar riesgos mayores en las zonas altoandinas. “Se habló en su momento de obras como disipadores de energía y represamientos, pero hasta ahora no se concretan. Es urgente que se implementen estas medidas”, insistió la funcionaria.
Más allá del sismo, la autoridad local también puso énfasis en otro frente de riesgo: la temporada de incendios forestales que se avecina tras el término de las lluvias. Recordó que el año pasado estos siniestros provocaron pérdidas humanas y daños al patrimonio público, por lo que ya se viene articulando un plan de prevención con diversas instituciones públicas y actores comunitarios.
Como parte de estas acciones, se ha solicitado a empresas como Hidrandina y EPS Chavín que incluyan mensajes de advertencia en los recibos mensuales de servicios, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre los peligros —y las sanciones legales— que implica iniciar fuegos en zonas rurales. “Queremos que la población entienda que prender fuego en el campo no solo es peligroso, sino un delito denunciable”, subrayó Meza.
Asimismo, se ha priorizado la intervención en zonas rurales los fines de semana, aprovechando las faenas comunales como espacios clave de coordinación. También se alistan campañas informativas en escuelas, en colaboración con el programa Prebaeta, y se espera reforzar el equipamiento de brigadistas forestales con la entrega progresiva de equipos de protección personal importados de Francia y otros países. Según la funcionaria, los requerimientos fueron gestionados desde el año pasado y su distribución ya está en marcha.
“El sismo no dejó daños, pero los riesgos persisten. Por eso no podemos bajar la guardia”, concluyó Meza, en una declaración que busca poner en agenda la urgencia de una gestión preventiva más efectiva en el contexto del cambio climático y los desastres naturales.

