El comercio informal continúa expandiéndose en distintas zonas de Huaraz, en particular en los alrededores de la exparada de Quillcay. Moisés Bustamante, exdirigente de los comerciantes, sostuvo que la ciudad atraviesa un escenario de desorden debido a la ausencia de medidas concretas por parte de las autoridades municipales.
“La ciudad se ha convertido en una tierra de nadie. No hay principio de autoridad ni decisión política para reorganizar el comercio ambulatorio”, manifestó.
Bustamante recordó que existe una resolución del Tribunal Constitucional que respalda el ordenamiento del comercio en la vía pública y que su incumplimiento podría acarrear consecuencias para los alcaldes.
“Los vecinos tienen derecho a exigir el cumplimiento de funciones ante tanto desorden. La inacción puede ser causal de vacancia”, advirtió.
El exdirigente también cuestionó que varios mercados formales se mantengan sin funcionamiento. Mencionó, por ejemplo, el abandono del Mercado Popular, el 19 de Marzo y el segundo nivel del Mercado Central.
“Sin infraestructura adecuada, es imposible hablar de una reubicación digna. Incluso algunos dueños de tiendas ocupan la vía pública”, criticó.
Como parte de su propuesta, planteó realizar un censo actualizado de los vendedores informales y reactivar el proyecto de un nuevo centro de abastos.
“Ya se ha comprado un terreno para un nuevo mercado, pero no hay voluntad política para ejecutarlo. Sin una solución integral, el desorden seguirá agravándose”, concluyó.