Las calles de Huaraz se llenaron esta mañana de fe, música y tradición altiplánica durante la festividad en honor a la Virgen de Copacabana. Caporales, morenadas y osos recorrieron la ciudad en una expresión de devoción organizada por residentes puneños y huaracinos con vínculos familiares en el altiplano.
“Nosotros somos residentes puneños en Huaraz. Toda nuestra familia es de Cuneo y siempre celebramos a la Virgen de Copacabana porque es muy milagrosa”, expresó Irma Samillán, una de las devotas participantes. Agregó que esta vez su oración fue también un pedido de protección ante la creciente inseguridad en la ciudad. “Pedimos que cuide a nuestros hijos, porque lamentablemente estamos en una ciudad donde hay mucho peligro en las calles”, señaló.
Durante el recorrido, también se sumaron agrupaciones culturales formadas por jóvenes, lo que demuestra el crecimiento de esta celebración en la capital ancashina. “Es una festividad que crece, antes no era tan conocida, pero ya somos más”, comentó Daniela Cotillo, integrante de la Asociación Cultural Virgen de Copacabana. “Nuestra participación es una promesa de fe que cumplimos cada año”, agregó.
Una de las agrupaciones que llamó la atención fue el grupo de “Osos”, conformado por 30 jóvenes que desfilaron con trajes oscuros y coreografías coordinadas. “Somos un grupo nuevo, venimos con muchas ganas de rendirle homenaje a la Virgen”, comentaron tras su presentación.
El recorrido culminó en el sector Villas Zevallos, donde se realizó el encuentro central de fraternidades. Entre música, aplausos y danzas, los participantes renovaron sus promesas a la Virgen, reforzando así una tradición que se expande con fuerza desde el altiplano hasta el corazón de Huaraz.

