El coordinador de los centros de salud de la Red Huaylas Sur, Darío Manrique Mejía, alertó sobre el preocupante aumento de casos de depresión en mujeres y jóvenes atendidos en los centros de salud mental comunitarios de Áncash. Esta enfermedad se ha convertido en una de las morbilidades más frecuentes en la región, seguida por la ansiedad y el consumo de alcohol.
«La depresión es una de las morbilidades que viene incrementándose y es más prevalente en mujeres. Esto, junto al aumento de casos de ansiedad y consumo de alcohol, representa una alerta en salud pública», señaló Manrique.
Casos antes invisibles ahora salen a la luz
Antes, esta problemática no se visibilizaba por la falta de espacios especializados de atención. Sin embargo, con la apertura de centros de salud mental comunitarios en Marian, Carhuaz y Recuay, ahora se evidencia el verdadero alcance del problema.
Además de depresión y ansiedad, estos establecimientos atienden casos de esquizofrenia y psicosis, muchos con tratamientos de por vida. «Tenemos más pacientes estabilizados, lo que ayuda a reducir los impactos en la comunidad», afirmó el especialista.
Alcoholismo: adicción difícil de superar
Manrique también alertó sobre la complejidad de tratar el alcoholismo, que presenta una alta tasa de abandono del tratamiento. En los centros se ofrece una intervención multidisciplinaria con psiquiatras, psicólogos, médicos, trabajadores sociales y apoyo de grupos como Alcohólicos Anónimos.
«Los pacientes con adicciones no solo enfrentan dependencia al alcohol, también suelen presentar trastornos como ansiedad o depresión», agregó.
Llamado a la prevención y atención temprana
El coordinador instó a la ciudadanía, especialmente a los jóvenes, a acudir a los centros de salud mental comunitarios, que brindan atención especializada y gratuita. Subrayó que la detección temprana puede prevenir desenlaces fatales.
«Depresión y suicidio están muy relacionados, casi es un paso. Por eso el enfoque es preventivo y multidisciplinario», advirtió.