La presencia de metales pesados en el agua y entorno de la I.E. César Vallejo de Chacas, ubicada en el centro poblado de Viscas Jambón (distrito de Chacas, provincia de Asunción), mantiene en alerta a padres de familia y autoridades locales. Un informe del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (1111n), emitido en febrero de 2025, confirmó la contaminación, lo que ha motivado acciones urgentes para proteger la salud de estudiantes y vecinos.
En los últimos días, especialistas del Ministerio de Energía y Minas (Minem) y de la Dirección Regional de Energía y Minas (DREM) realizaron una inspección en el plantel, descartando que este se ubique sobre un pasivo ambiental. Sin embargo, la evidencia recogida por el OEFA obliga a determinar el origen de los metales: si provienen de la actividad minera cercana o de fuentes hidrogeológicas. Para ello, el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet) realizará un estudio especializado.
El GORE informó sobre una visita de campo, la misma que fue parte de una mesa técnica instalada en el mismo colegio, con participación del Gobierno Regional de Áncash (GORE Áncash), la Dirección Regional de Salud (Diresa), la Autoridad Local del Agua (ALA) de Pomabamba, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), representantes del Ministerio de Energía y Minas, la UGEL Asunción, el subprefecto provincial y la comunidad educativa.
Evaluación clínica a escolares
Entre las acciones inmediatas se acordó una evaluación clínica integral a todos los alumnos y personal del colegio, el muestreo de agua en las cuencas cercanas y el análisis de alimentos producidos y consumidos en la zona.
También se espera la entrega de resultados sobre la calidad del agua potable que consume la población de Viscas Jambón. Estos datos permitirán conocer el nivel de riesgo y definir si es necesario aplicar medidas de remediación ambiental.
Los padres de familia, preocupados por la salud de sus hijos, recordaron que en años anteriores ya se había alertado sobre posibles contaminaciones en la zona. “Queremos respuestas rápidas y claras, no podemos esperar a que los niños se enfermen”, comentó uno de los asistentes a la reunión.
La evaluación ambiental busca no solo confirmar el nivel de contaminación, sino también sentar un precedente para prevenir que este tipo de riesgos afecte a otras instituciones educativas en Áncash.