El Hospital de Apoyo Recuay atraviesa una crisis por deficiencias estructurales y falta de equipamiento que afectan la atención en emergencias y otras áreas clave, denunciaron médicos del centro de salud. La insuficiencia presupuestaria del consorcio Suyay, responsable de la infraestructura, ha dejado en pésimas condiciones los pisos y equipos médicos, poniendo en riesgo el bienestar de miles de pacientes.
La infraestructura en mal estado y la falta de equipamiento básico dificultan la atención médica en este hospital de contingencia que debería funcionar Los suelos presentan hundimientos y están colocados de forma provisional, lo que genera riesgos para pacientes y personal. “En la zona de hospitalización, el piso se está hundiendo; es un problema recurrente que se ha presentado tres veces”, añade el médico.apoyo al Hospital Víctor Ramos Guardia de Huaraz, saturado desde hace años. Jorge Alejandro Pinedo Ríos, médico del área de emergencias, explica que las reparaciones son insuficientes y la burocracia dilata soluciones.
Estado crítico de la infraestructura y equipos obsoletos
“Esta es la segunda o tercera vez que se intervienen los pisos en áreas críticas como hospitalización, emergencia y el centro quirúrgico”, señala Pinedo. “El consorcio alega problemas presupuestarios y retrasa las reparaciones, enviando estudios y documentación a Lima, sin resultados concretos”.
La falta de equipos funcionales agrava la situación. “Trabajamos con recursos limitados; no pedimos maquinaria compleja, sino equipos básicos como tensiómetros, lámparas y monitores multiparámetro”, afirma Pinedo. Algunos dispositivos, como un equipo de fototerapia, están obsoletos y no cumplen con las condiciones técnicas mínimas para su función.
El hospital depende del presupuesto que asigna la Red Huaylas Sur y el consorcio Suyay, que también enfrenta atrasos en la obra central del nosocomio. “La obra se ha detenido por falta de recursos, a poco tiempo de la entrega”, dice Pinedo, quien insiste en que, sin infraestructura adecuada y suministros, no se puede brindar atención de calidad.
Este centro de salud, que debería aliviar la presión del hospital regional Víctor Ramos Guardia, permanece limitado y sin garantía de funcionamiento continuo. “Recibimos apoyo político para el centro quirúrgico, pero eso no basta; se requiere una responsabilidad real para asegurar insumos, equipamiento y condiciones para operar”, concluye el médico.

