La paralización en la construcción de cinco hospitales en Áncash ha expuesto un conflicto de responsabilidades entre el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) y el Gobierno Regional de Áncash. Mientras la ANIN alega falta de presupuesto para continuar las obras, la Dirección Regional de Salud (Diresa) exige explicaciones sobre por qué no se han asegurado los recursos, cuestionando tanto la gestión nacional como la capacidad de presión política regional para garantizar la continuidad de proyectos clave.
De acuerdo con la Diresa Áncash, esta situación no solo retrasa la entrega de infraestructura sanitaria moderna, sino que agrava la precariedad de atención en zonas donde los hospitales actuales operan al límite. La institución recuerda que la construcción de estos centros hospitalarios es parte de compromisos asumidos en años anteriores y que, pese a la urgencia, el avance ha quedado detenido.
El director regional de Salud, Ricardo Tomás Natividad Collas, informó que ya se remitió el Oficio N.º 1234-2025-GRA/DIRESA al director ejecutivo de la ANIN, solicitando explicaciones formales sobre el financiamiento y un cronograma actualizado de ejecución. El documento advierte que la falta de respuesta y acción inmediata podría traducirse en graves consecuencias para la salud pública en la región.
El costo humano y sanitario de la paralización
La suspensión afecta directamente a miles de pacientes que dependen de estos futuros hospitales para acceder a diagnósticos y tratamientos oportunos. En provincias como Huari, Huarmey y Caraz, las unidades de salud actuales presentan sobrecarga, limitaciones de equipos y déficit de personal, lo que retrasa atenciones críticas y eleva los riesgos para pacientes con enfermedades crónicas o emergencias.
Organizaciones locales y gremios médicos alertan que, de prolongarse la paralización, la situación podría derivar en traslados forzados a ciudades lejanas, incrementando los costos para las familias y saturando aún más el Hospital Víctor Ramos Guardia de Huaraz.
La magnitud económica y posible sobrecosto
Las cinco obras hospitalarias representan una inversión conjunta superior a los S/ 1 900 millones. Con la paralización, no solo se detiene el avance físico, sino que se incrementa el riesgo de sobrecostos por reajustes de contratos, deterioro de materiales y posibles arbitrajes. Expertos en infraestructura advierten que cada mes de retraso puede traducirse en millones de soles adicionales, que terminarán impactando el presupuesto público.
Desde el Gobierno Regional, se insiste en que el MEF y la ANIN deben coordinar con urgencia un esquema de financiamiento que permita retomar las obras antes de que el costo total se dispare y el daño a la salud pública sea irreversible.
