El caso del suboficial PNP Gabriel Maguiña, ocurrido el 15 de agosto en la comisaría de Yungay, sigue generando controversia. La familia denuncia un presunto asesinato y pide una investigación transparente, mientras la Policía sostiene que no hubo represalias internas.
El fallecimiento del suboficial Gabriel Maguiña continúa en medio de versiones enfrentadas. Mientras la Policía Nacional ha informado que el hecho se encuentra bajo investigación y descartó represalias al interior de la institución, los familiares sostienen que se trató de un asesinato y exigen justicia.
La madre del agente, entre lágrimas, aseguró que su hijo “fue asesinado” y que mantenía conflictos previos con superiores de la comisaría. “Él tenía problemas con el comandante, eso ya venía desde hace meses. Pido justicia y que se investigue de manera transparente”, declaró ante la prensa.
Por su parte, la hermana del suboficial también se sumó al pedido, señalando que la muerte no puede quedar impune. “A mi hermano lo han silenciado por no estar en la corrupción. No creemos en la versión oficial”, manifestó.
El Ministerio Público, junto a peritos criminalísticos y médicos legistas, continúa con las diligencias correspondientes. Entre ellas se incluyen la necropsia, pruebas balísticas y exámenes de absorción atómica al personal policial.
Los resultados periciales serán determinantes para esclarecer lo ocurrido en la dependencia policial de Yungay y definir si existieron responsabilidades internas en la muerte del suboficial.