El Instituto Geofísico del Perú (IGP) inició coordinaciones para instalar sistemas de alerta en quebradas del Callejón de Huaylas, con el objetivo de monitorear flujos de sedimentos provenientes de lagunas en la Cordillera Blanca. La medida busca advertir a la población sobre posibles deslizamientos y minimizar riesgos en la zona.
La reunión contó con la presencia del ministro del Ambiente, Juan Carlos Castro; el jefe institucional del IGP, Hernando Tavera; el alcalde provincial de Huaraz, David Rosales Tinoco, y el presidente de la Mancomunidad Hatun Huaylas, José Romero Jara, quienes evaluaron los detalles del proyecto y la ubicación estratégica de los equipos.
El plan contempla la instalación de sensores de presencia y velocidad de flujos y cámaras infrarrojas en puntos clave identificados por los científicos del IGP. Entre las áreas seleccionadas se encuentran las nacientes de las lagunas Parón, Llaca, Palcacocha y el sector sur del nevado Huascarán, consideradas zonas de mayor riesgo por la actividad de sedimentos.
Para iniciar el proyecto, se firmará un convenio interinstitucional con la Mancomunidad del Callejón de Huaylas. Tras la firma, la instalación de los equipos tomará aproximadamente seis meses, y los tableros de control generarán datos e informes que permitirán emitir alertas oportunas a la población.
“Este sistema funcionará de manera similar al de alerta temprana para lahares en el volcán Misti, ofreciendo información clave para tomar decisiones rápidas en situaciones de riesgo”, explicó Hernando Tavera, jefe del IGP.
Los nuevos sistemas de alerta en quebradas del Callejón de Huaylas permitirán detectar movimientos de sedimentos a tiempo, ofreciendo información que podría ayudar a las personas a reaccionar ante emergencias naturales en la zona.

