El último fin de semana se realizaron operativos inopinados en Huaraz para controlar la contaminación sonora. Las inspecciones alcanzaron a establecimientos comerciales y vehículos con altavoces, identificados como focos principales de ruido que afectan a la población en distintos sectores de la ciudad.
Las intervenciones se llevaron a cabo bajo el marco de la Ordenanza Municipal N.º 137-MPH, que regula los niveles máximos de decibeles según zona y horario en la capital ancashina. La norma diferencia entre áreas residenciales, comerciales y especiales, y establece parámetros que deben respetarse para proteger la salud y el descanso de los vecinos.
También se aplicó la Ordenanza Municipal N.º 276-MPH, aprobada en noviembre de 2024, que actualiza el Reglamento de Aplicación de Sanciones Administrativas (RASA). Esta norma endurece las medidas contra quienes incumplen los límites de ruido, al incorporar nuevas infracciones específicas y multas más severas para casos de reincidencia.
Durante las inspecciones, se constató que los altoparlantes en la vía pública y en comercios generan molestias constantes entre los vecinos. “No es solo un tema de incomodidad, sino de salud pública que debe controlarse”, señalaron fuentes consultadas, recordando que la exposición prolongada al ruido puede provocar estrés, pérdida auditiva y problemas de convivencia.
Durante las inspecciones, se constató que los altoparlantes en la vía pública y en comercios generan molestias constantes entre los vecinos. “No es solo un tema de incomodidad, sino de salud pública que debe controlarse”, señalaron fuentes consultadas, recordando que la exposición prolongada al ruido puede provocar estrés, pérdida auditiva y problemas de convivencia.