Las 36 danzas tradicionales de Pomabamba, reconocidas desde 2009 con el título de “Capital Folklórica de Áncash”, enfrentan el desafío de mantenerse vivas en la memoria colectiva ante la modernización y la falta de apoyo constante. La Comisión de Cultura del Congreso aprobó un dictamen que propone su preservación legal, pero aún se espera que el Pleno convierta la iniciativa en ley.
Estas expresiones artísticas reflejan la vida agrícola, la religiosidad y las faenas comunales, con raíces preincaicas, incaicas y coloniales. Entre las danzas más emblemáticas destacan el Paso Huanquilla, la Tinya Palla, el Chimayche y el Anti, que no solo representan trad
ición, sino también la identidad de la provincia y un legado cultural que trasciende generaciones.
El principal reto es asegurar que la norma no quede solo en papel. Líderes comunitarios y especialistas en folklore coinciden en que la protección debe ir acompañada de programas de difusión, apoyo a escuelas de danza y financiamiento para festivales locales, de manera que los jóvenes continúen practicando estas manifestaciones.
Mientras la aprobación final de la ley sigue su curso en el Congreso, la comunidad de Pomabamba mantiene la expectativa de que estas danzas sean reconocidas oficialmente como patrimonio vivo del país, evitando que su riqueza cultural se pierda ante la indiferencia o la falta de políticas efectivas.

