Realizar llamadas falsas a números de emergencia en el Perú no solo representa una distracción peligrosa para los servicios de auxilio, también puede costar hasta 21 400 soles de multa o la cancelación definitiva de la línea telefónica. Según el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), entre enero y agosto de este año se suspendieron 311 líneas por este tipo de infracciones, en el marco de las medidas de fiscalización.
El balance de sanciones muestra una tendencia a la baja respecto a los últimos años. En 2023 se bloquearon más de 2 mil líneas, mientras que en 2024 la cifra descendió a 750. Para el 2025, los 311 números sancionados representan una reducción de 65 % en relación al año anterior, lo que refleja un menor número de reportes, aunque el problema aún persiste.
Las líneas más afectadas por estas comunicaciones indebidas son la Línea 100, que atiende denuncias de violencia familiar y sexual, y la Línea 105, destinada a emergencias policiales. Ambos servicios resultan vulnerados por llamadas malintencionadas, que retrasan la atención de hechos críticos y pueden poner en riesgo vidas humanas al distraer a los operadores en momentos de urgencia.
De acuerdo con la normativa, las sanciones se aplican en función de la gravedad de la falta. Una llamada falsa puede costar hasta 3 UIT (16 050 soles); una llamada perturbadora equivale a 2 UIT (10 700 soles); y las llamadas silentes pueden derivar en suspensión del servicio hasta por 30 días. En casos de reincidencia, la multa se eleva al máximo: 4 UIT (21 400 soles) o la cancelación definitiva de la línea.
La supervisión de estas conductas se realiza a través de la plataforma Llamal, que recibe y verifica los reportes remitidos por las operadoras telefónicas. Gracias a este sistema, el MTC detecta los números infractores y procede a sancionar a los usuarios que hacen un uso indebido de los números de emergencia. Autoridades recuerdan que cada llamada indebida puede marcar la diferencia entre salvar o perder una vida.

