La medicina hiperbárica se ha convertido en una alternativa de tratamiento que brinda esperanza a pacientes con graves complicaciones de salud, pero en Huaraz este servicio aún no está disponible en los hospitales públicos.
Ese es el caso de Marina Cerna, de 80 años, quien tras sufrir un derrame cerebral agravado por neumonía fue trasladada de emergencia a Lima, donde logró salvar su vida. Hoy, en la clínica HIPERBARIC O2 de Huaraz, recibe sesiones de medicina hiperbárica que han permitido notables avances en su recuperación.
Su sobrino, Rafael Obregón Cerna, contó que la mejoría de su tía es sorprendente. “Mi tía perdió la movilidad en todo el lado izquierdo de su cuerpo, pero ahora puede mover la mano y hasta llevarse una taza de agua por sí misma. Su lucidez también ha mejorado, aunque aún es un proceso. Es increíble, pero lo más triste es que en el hospital de Huaraz no hay este servicio y muchas familias no tienen recursos para viajar a Lima”, señaló.
El caso de Marina refleja la brecha en el acceso a tratamientos médicos innovadores que en otras regiones del país ya se ofrecen a través del Seguro Integral de Salud (SIS).
Carlos Loarte, médico de la clínica HIPERBARIC O2, indicó que se ha enviado un oficio al Hospital Víctor Ramos Guardia para evaluar un convenio que permita implementar este servicio en el Hospital Víctor Ramos Guardia. “El Ministerio de Salud podría destinar presupuesto para la instalación de cámaras hiperbáricas en Huaraz. Sin embargo, está en evaluación de la dirección del hospital y depende de su análisis si se aprueba o no. En otras regiones, este tratamiento ya se brinda de manera gratuita a los pacientes”, precisó.
La historia de Marina no solo muestra los beneficios de la medicina hiperbárica, sino también la urgencia de acercar este tipo de terapias a los hospitales públicos de Áncash, para que familias de escasos recursos no tengan que asumir traslados costosos ni ver limitada la recuperación de sus seres queridos.