El cierre temporal de la carretera Huaraz–Recuay por trabajos de mantenimiento en la vía continúa generando malestar entre pasajeros y transportistas. Aunque se han difundido los horarios de restricción, los usuarios denuncian que las demoras superan lo anunciado y ocasionan largas colas, transbordos forzados y pérdidas de tiempo.
Los trabajos forman parte del mantenimiento del corredor vial Conococha–Catac–Huaraz, de aproximadamente 78 kilómetros, y se ejecutan bajo un esquema de cierres temporales que pueden extenderse hasta dos horas. Durante ese lapso, no se permite el paso de ningún vehículo, lo que afecta la programación de viajes y la normal circulación en la zona.
En pleno mediodía, cuando el tránsito debería habilitarse, los vehículos permanecen detenidos durante más de una hora. “Uno puede planificar con los horarios que dan, pero al final se pierde el día entero esperando”, comentó un pasajero afectado. Este retraso constante alimenta la incomodidad de quienes dependen de la ruta para llegar a sus centros de estudio, trabajo o negocios.
La empresa encargada de los trabajos y las autoridades competentes recuerdan que los usuarios deben tomar las previsiones necesarias para evitar mayores contratiempos, especialmente en horas de mayor tráfico. Sin embargo, la queja persiste: los tiempos de espera se extienden más allá de lo anunciado y, en algunos casos, los pasajeros deben descender de los buses para abordar otros vehículos y así completar el trayecto.
El cierre de la vía, que conecta a Huaraz con Recuay y forma parte de la red vial de la sierra de Áncash, ha puesto en evidencia las dificultades de comunicación entre lo que se informa oficialmente y lo que ocurre en la práctica. Mientras las obras buscan garantizar mejores condiciones de tránsito a futuro, los afectados reclaman un cumplimiento más estricto en los plazos de reapertura y una mejor coordinación con los transportistas.

