El reloj político avanza. A partir de las 9:00 p. m. de hoy, miércoles 9 de octubre, el Congreso de la República debatirá si admite la moción de vacancia presentada contra la presidenta Dina Boluarte, bajo la causal de incapacidad moral permanente.
Se trata de una sesión clave, no solo porque define el inicio de un proceso que podría terminar con la salida de la jefa de Estado, sino porque marca un punto de quiebre en la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Esta noche no se vota aún la vacancia, sino la admisión de la moción. Para ello, se requiere el respaldo de al menos 52 congresistas.
De aprobarse, se fijaría fecha para un nuevo debate donde Boluarte podrá ejercer su derecho a defensa. En esa segunda instancia, el Pleno necesitaría 87 votos (dos tercios del total) para declarar la vacancia de la Presidencia.
La moción, impulsada por congresistas de oposición como Elías Varas, sostiene que la mandataria ha incurrido en actos que configuran “incapacidad moral permanente”, citando como sustento las investigaciones fiscales que la vinculan al caso Rolex y a presuntas contrataciones irregulares en su paso por el MIDIS, así como una falta de liderazgo en la conducción del Ejecutivo y el supuesto uso político de recursos públicos.
Aunque esta figura no está definida con precisión en la Constitución, ha sido utilizada para remover a expresidentes como Pedro Pablo Kuczynski y Martín Vizcarra.
Según medios como El Comercio e Infobae, la oposición habría reunido más de 90 votos a favor de la admisión, lo que anticipa una posible aprobación esta noche.
Bancadas como Fuerza Popular, Avanza País, Renovación Popular, Acción Popular y Alianza para el Progreso habrían cerrado filas a favor del trámite. Si ese bloque se mantiene cohesionado, también podrían llegar a los 87 votos necesarios para concretar la vacancia en una siguiente sesión.
Si Boluarte es destituida, según el artículo 115 de la Constitución, el poder recaería en el actual presidente del Congreso, José Jerí Oré, ya que no hay vicepresidentes en funciones. Él tendría la responsabilidad de convocar a elecciones generales de inmediato.
Sin embargo, analistas como Alejandro Rospigliosi han advertido que el Congreso podría reorganizar su Mesa Directiva antes de ejecutar la sucesión, como ocurrió en el año 2000 con Valentín Paniagua tras la salida de Fujimori.
Hasta el cierre de esta nota, Dina Boluarte no ha emitido declaraciones oficiales. Desde Palacio, el silencio domina. En el Congreso, las bancadas ya se alinean. Y el país, una vez más, entra en una noche decisiva.