Ningún presidente peruano ha terminado su mandato desde 2016

Desde 2016, el Perú ha vivido una inestabilidad política sin precedentes, marcada por renuncias, vacancias, sucesiones accidentadas y cortos periodos presidenciales. La reciente vacancia de Dina Boluarte —aprobada por el Congreso el 10 de octubre de 2025— cierra un ciclo de inestabilidad que ningún mandatario ha podido resistir: ni uno solo ha logrado culminar su mandato constitucional de cinco años.

Una cronología de mandatos truncos

• Pedro Pablo Kuczynski (2016–2018): Renunció en medio de denuncias por presuntos vínculos con Odebrecht. Estuvo en el cargo solo 1 año y 236 días.
• Martín Vizcarra (2018–2020): Asumió tras la renuncia de PPK, pero fue vacado por el Congreso. Duró 2 años y 231 días.
• Manuel Merino (noviembre de 2020): Presidente interino que apenas estuvo 5 días en el cargo, tras una ola de protestas ciudadanas por la vacancia de Vizcarra.
• Francisco Sagasti (2020–2021): Asumió como figura de consenso para completar el periodo. Gobernó por 252 días.
• Pedro Castillo (2021–2022): Elegido en las urnas, fue destituido por intento de golpe de Estado. Estuvo 1 año y 132 días en el poder.
• Dina Boluarte (2022–2025): Llegó por sucesión constitucional, pero fue vacada por “incapacidad moral permanente”. Dejó el cargo tras 2 años y 306 días.

¿Qué nos dice esta cifra?

El país ha vivido una sucesión ininterrumpida de crisis políticas desde 2016. La figura de la “vacancia presidencial por incapacidad moral” —incluida en la Constitución, pero ambigua en su definición— se ha convertido en un arma de presión política constante, debilitando la estabilidad democrática.

Expertos señalan que esta situación no solo desacredita al Ejecutivo, sino también al Legislativo, al evidenciar una pugna permanente entre poderes, con consecuencias negativas para la gobernabilidad, la inversión y la confianza ciudadana.

Una democracia que se tambalea

La vacancia de Dina Boluarte, con 118 votos a favor, marca un nuevo capítulo en esta historia de interrupciones. Aunque constitucional, el mecanismo es cuestionado por su uso reiterado y acelerado. De hecho, su abogado, Julio César Portugal, calificó el proceso como violatorio del debido proceso, advirtiendo: “No lo convalidaremos”.

La ciudadanía vuelve a enfrentarse a un cambio presidencial no previsto, mientras crece el debate sobre la necesidad de reformas profundas en el sistema político peruano.