El alcalde provincial de Recuay, Harold Ramírez Trejo, advirtió sobre la crítica situación que atraviesa el sistema de salud en su provincia ante la paralización de las obras del nuevo hospital, proyecto que lleva meses sin avances pese a los compromisos asumidos por la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN).
Ramírez explicó que, según los acuerdos alcanzados con los representantes de la ANIN y la empresa ejecutora Suyai, los trabajos debían reiniciarse el pasado 18 de octubre, pero a la fecha no se ha realizado ningún movimiento en el lugar. En una reunión sostenida con autoridades locales, trabajadores y dirigentes del Frente de Defensa, se informó que la entidad estatal aún no ha realizado los desembolsos correspondientes, adeudando incluso pagos desde junio, lo que impide continuar con la ejecución.
El hospital presenta un avance del 78 %, concentrado principalmente en la infraestructura física, quedando pendientes los acabados finales y el equipamiento médico. Pese a que resta poco para su culminación, la falta de presupuesto ha detenido por completo las labores, generando malestar y preocupación entre la población.
“El director nacional de la ANIN se comprometió en su visita a Huaraz a reiniciar el proyecto el 18 de octubre, pero ese compromiso no se ha cumplido. No hay justificación para tanta demora, más aún cuando el cambio de gobierno no ha implicado variación de funcionarios”, señaló Ramírez.
Ante la falta de respuesta del Ejecutivo, el sindicato de trabajadores de salud y diversos colectivos ciudadanos de Recuay se han declarado en movilización permanente. El alcalde no descartó que en los próximos días se realicen acciones de protesta o incluso una movilización hacia Lima, con el fin de exigir el cumplimiento de los compromisos y la asignación de los recursos faltantes.
La población recuaina teme que el prolongado estancamiento provoque el deterioro de la infraestructura ya construida y retrase aún más la puesta en funcionamiento del hospital, una obra considerada prioritaria para mejorar la atención médica en la provincia.
Ramírez enfatizó que la paralización no solo representa un incumplimiento administrativo, sino un atentado directo contra el derecho a la salud. “No vamos a permitir que una inversión tan avanzada quede en el abandono por falta de gestión. Vamos a defender lo que por derecho le corresponde a Recuay”, expresó.

