El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) alertó sobre el incremento de casos de visitantes que ingresan a bañarse en las lagunas ubicadas dentro del Parque Nacional Huascarán, en la Cordillera Blanca, región Áncash.
El especialista del SERNANP, Selwin Valverde, informó que hasta la fecha se han registrado más de veinte incidencias de este tipo, la mayoría protagonizadas por turistas que desconocen las normas de conservación en zonas consideradas cabeceras de cuenca y ecosistemas frágiles.
“Ya tenemos varios casos, podríamos contar más de una veintena. Las personas que hacen turismo de aventura llegan a una laguna y se meten al agua sin saber que son zonas intangibles”, explicó Valverde.
Afectación a ecosistemas frágiles
Valverde advirtió que el contacto humano directo con las lagunas puede alterar gravemente su equilibrio natural, ya que estos cuerpos de agua albergan microorganismos únicos y especies asociadas a su ecosistema.
“El cuerpo humano contiene microorganismos y residuos que pueden ingresar al agua y alterar el hábitat natural. Tenemos identificadas más de 30 especies de aves asociadas a los cuerpos de agua que podrían ver afectado su ciclo biológico”, indicó el especialista.
El funcionario recordó que estas lagunas se encuentran dentro de un área declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO, lo que refuerza la responsabilidad de conservar su biodiversidad.
Lagunas más afectadas
Entre las zonas con mayores incidencias, el SERNANP reportó los casos ocurridos en la Laguna 69, una de las más visitadas del Parque Nacional Huascarán. También se han identificado situaciones similares en lagunas cercanas a la zona de Potaca (camino a Chacas) y en la Laguna Llaca.
“Es una preocupación constante. Invocamos a los guías turísticos y operadores a cumplir su rol y advertir a los visitantes que no deben ingresar al agua”, señaló Valverde.
Llamado a los visitantes y operadores turísticos
El SERNANP exhortó a los turistas, agencias de viaje y guías a respetar las normas de conservación y a reportar cualquier acto indebido dentro del área protegida.
“Necesitamos que todos los que hacen contacto con los visitantes ayuden a evitar estas acciones. Ingresar a las lagunas afecta directamente a las especies más frágiles de estos ecosistemas”, remarcó Valverde.