La Dirección Regional de Energía y Minas (DREM) de Áncash realizó una inspección técnica en la quebrada Collaracra, en el distrito de Ticapampa, tras reportes de aguas con coloración rojiza que podrían estar afectando la cuenca del río Santa, una de las más importantes de la región.
El director regional Ricardo Castillejo informó que la visita se realizó a pedido de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), luego de detectarse presencia de metales pesados en el sector.
El objetivo es identificar si la contaminación proviene de antiguos pasivos mineros o de actividades mineras actuales.
“El ANA nos ha solicitado verificar la quebrada Collaracra. Se busca determinar si la coloración del agua viene de los pasivos o de la pequeña minería”, explicó Castillejo.
Riesgo para las aguas del río Santa
Las autoridades confirmaron que en la zona existen pasivos mineros muy antiguos, como los del Triunfo, Gran Socabón y Collaracra, algunos con más de 130 años de antigüedad, que podrían estar filtrando residuos al cauce natural.
“Son pasivos que datan de 1890 y que afectan las aguas que llegan al río Santa. Es urgente una remediación, pero eso depende del Ministerio de Energía y Minas”, precisó el funcionario.
La quebrada Collaracra desemboca en cursos que alimentan al río Santa, principal fuente de agua para uso doméstico y agrícola en el Callejón de Huaylas, por lo que la población exige acciones inmediatas de evaluación y remediación.
Piden atención urgente a los pasivos
Castillejo señaló que la Dirección Regional de Energía y Minas no tiene competencia directa sobre los pasivos ambientales, pero insistió en que deben ser priorizados por la Dirección General de Minería, encargada del proceso de remediación.
“Si esto no se remedia, las aguas seguirán afectando la calidad del río Santa. Se debe tomar atención urgente a esos pasivos”, advirtió.
Verificaciones en otras zonas
La DREM también inspeccionó la zona de Cochapeti, en el distrito de Cáceres del Perú, ante denuncias de presunta contaminación.
En este punto, los técnicos no encontraron signos visibles de afectación ambiental y confirmaron la presencia de vegetación natural.
La Autoridad Nacional del Agua (ANA) realizará muestreos adicionales para descartar riesgos de contaminación en las quebradas que alimentan el río.

