Un total de 300 efectivos de la Policía Nacional del Perú, entre oficiales y suboficiales, ascendieron al grado inmediato superior, en una ceremonia marcada por mensajes de compromiso institucional, vocación de servicio y reconocimiento al trabajo colectivo dentro de la institución policial.
En representación del grupo de ascendidos, una de las oficiales tomó la palabra y señaló que el nuevo grado no representa un logro individual, sino el resultado de un esfuerzo constante y sacrificado, construido junto a compañeros, jefes y equipos de trabajo a lo largo de su carrera. Remarcó que la verdadera fortaleza de la Policía Nacional no está en la jerarquía, sino en el trabajo conjunto y la lealtad entre sus miembros, especialmente en las labores realizadas en las calles y en las distintas unidades policiales.
Durante su intervención, reafirmó el compromiso con los valores de integridad, honestidad y justicia, subrayando que el uniforme policial debe reflejar una conducta intachable, al tratarse del primer escudo de la sociedad y un referente para las futuras generaciones de custodios del orden.
Asimismo, se destacó el rol fundamental de las familias de los efectivos policiales, a quienes se reconoció como “héroes silenciosos”, por el respaldo emocional, la paciencia ante las ausencias y el apoyo constante que permite el desempeño de la labor policial.
El acto concluyó con un llamado a continuar trabajando por la seguridad y la paz en todo el país, ratificando el lema institucional de la Policía Nacional del Perú: Dios, Patria y Ley, como eje de su misión al servicio de la ciudadanía.

