Antúnez de Mayolo, sabio aijino que destacó por su constante empeño en lograr el desarrollo de nuestro país, nació en la hacienda Bella Vista, en Huacllán, Aija, un día como hoy, 10 de enero de 1887, cuando Aija era distrito de la provincia de Huaraz. Realizó sus primeros estudios en la escuela municipal de Aija. La secundaria la estudió en Huaraz, en el Colegio “San Agustín” del 1° al 4°; y en Lima, en el Colegio “Nuestra Señora de Guadalupe” hizo el 5° Año, obteniendo la Medalla de Oro al culminar sus estudios en 1904.
Siguió sus estudios superiores en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, graduándose de Bachiller en Ciencias Matemáticas en 1907. Ante su soberbia inteligencia, la familia Antúnez de Mayolo Gomero, decide vender el fundo de Huamba, en el valle de Huarmey, para costear los estudios del joven Santiago en el extranjero.
Viaja a Francia, a estudiar en la Universidad de Grenoble, recibiendo el título de ingeniero electricista en 1909. Allí concibió la idea de electrificar al Perú aprovechando la pendiente de los ríos y las caídas de agua. Realizó prácticas en diversos países de Europa y viajó a los Estados Unidos en 1912.
Ya en Nueva York, hizo un post grado en electricidad. Allí conoció a su futura esposa, Lucie Rynning, bella e inteligente noruega que se convirtió en su más inapreciable colaboradora. Antúnez de Mayolo quiso ardientemente retornar a su país para trabajar aquí por su progreso y desarrollo. ¡Qué gran ejemplo de amor a la patria!
En 1915 Antúnez viaja a Chavín y allí recopiló el mito de “Los Huaris”, que narra la creación del mundo según la versión de los antiguos habitantes de nuestro suelo. Luego entrega un informe a la UNMSM, su alma mater, sobre sus estudios en Chavín y la zona de Conchucos. Este informe le sirvió a su amigo Julio César Tello para que en 1919 realizara una profunda investigación en el lugar, lo que le llevó a determinar que Chavín es la cuna de la cultura peruana.
La obra de este sabio ancashino es enorme y se distribuye en diversos campos. En su época nadie entendió sus proyectos pues los burócratas no estaban capacitados para captar las visionarias ideas de Antúnez de Mayolo. Los pocos proyectos que se han ejecutado, son hoy en día una hermosa realidad en nuestro país. Gracias a Santiago Antúnez de Mayolo, el Perú cuenta con las hidroeléctricas del Mantaro, de Macchu Picchu y del Cañón del Pato; quedando en proyecto otras siete hidroeléctricas más.
Mención aparte merece su inolvidable esposa, la noruega Lucie Rynning de Antúnez de Mayolo, quien le dio tres hijos y acompañó en todas sus travesías. Ella hacía de secretaria y dibujante de su esposo. Destacó además como impulsora de la reivindicación de los derechos de la mujer peruana.
En ese viaje, Antúnez de Mayolo descubrió el mito de “Los Huaris”, que narra la creación del mundo según la versión de los antiguos habitantes de nuestro suelo.
Por él es que Chimbote cuenta con una siderúrgica que produce acero de exportación y fue idea suya la construcción de la carretera que une Pativilca con el Callejón de Huaylas.
En 1924, mediante cálculos teóricos, el sabio descubre el elemento neutro del átomo, el neutrón. En el III Congreso Científico Panamericano realizado ese año en Lima, presentó su trabajo “Hipótesis sobre la constitución de la materia” donde da a conocer su descubrimiento. Lamentablemente, nadie reconoció el gran aporte de este precursor de la física moderna; fue un inglés, James Chadwick, quien en 1936 se hizo acreedor al Premio Nobel por el mismo descubrimiento. En el Perú, la comunidad científica le hizo un reconocimiento y un desagravio, pero nuestro gran sabio prefirió seguir trabajando, él no buscaba reconocimientos, le interesaba el progreso humano.
En el campo de la astronomía, en la década del 30, el sabio determinó la existencia de otros cuatro pequeños planetas en nuestro sistema solar, gracias a su Ley Parabólica de los radios planetarios en el sistema solar. Recién a partir del año 2005, los astrónomos vienen confirmando el descubrimiento de Antúnez de Mayolo.
Su preocupación por los problemas sociales, la expresó en su estudio sobre la sublevación campesina de Atusparia y “Uchcu Pedro”, donde aborda el asunto desde la visión de los sufridos hombres de campo.
Santiago Antúnez de Mayolo, cargado de años y gloria, falleció en Lima el 20 de abril de 1967. En 1977, la recién creada Universidad de Ancash, con sede en Huaraz, solicitó llevar su nombre, como un sentido homenaje del pueblo ancashino a su más ilustre y sabio hijo.