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Alboroto e inercia

Editorial

Alboroto e inercia

Más allá del «Waldo vuelve o no vuelve» la preocupación es que el Gobierno Regional de Ancash sigue conectado al piloto automático de la inercia y donde sigue haciendo falta el golpe de timón. Como está estructurado el presupuesto y el «estilo municipal» de gobierno no puede soñarse con nada grande para el desarrollo regional.

Con este sorprendente titular una emisora de prestigio, como es RPP, alborotó el cotarro político regional abriendo una serie de especulaciones gracias al rebote de las redes sociales.  Unos afirmando que “Waldo Ríos ya reasume el mando la próxima semana” que “Vargas ya está temblando y ahora tiene que entregar el cargo” exhibiéndose una polarización anti y pro del gobernador suspendido.

A pocas horas de publicada la controvertida nota tuvo que ser retirada.  Y es que hasta el estudiante de Derecho como de Periodismo de los primeros ciclos sabe que el Ministerio Público no puede excarcelar a nadie sino ésta es potestad única y exclusiva del Poder Judicial entidad que de acuerdo a Ley y constitucionalmente tiene sus procedimientos y plazos.

Es respetable la posición esgrimida por la fiscalía suprema; pero ésta corresponde ser dilucidada por los magistrados de la Corte Suprema: puede ser acogida como desestimada.  Entonces hay que retomar la tranquilidad y el aplomo para que los entes administradores hagan su labor con eficiencia y quienes transitoriamente están en el poder regional no paren su accionar y le den rumbo a su gestión.  Si la máxima instancia resuelve por la absolución tiene que acatarse; si se ratifica, también.

Hay ciertos pasos importantes que se han dado, en la transitoria gestión de Enrique Vargas: hay diálogo, se han reiniciado varios proyectos que encontraban trabados especialmente por la tozudez y el egocentrismo de su antecesor. Se observa buena voluntad, pero eso no basta.  No vemos un gobierno regional como tal, sino más bien a una municipalidad mayor.

El gobierno regional está siendo un simple ejecutor de obras provinciales y distritales (que es tarea de las municipalidades) y muy pocos de contexto interprovincial y de importancia regional como el proyecto CHINECAS que se encuentra en la incertidumbre o la reactivación del turismo que sigue siendo declarativa.  Igual ocurre con la construcción de los grandes hospitales de Huaraz y Chimbote, sólo están avanzando los de Conchucos básicamente por la buena voluntad y gestión de sus alcaldes y de la Dirección Regional de Salud.

Ya hace poco Marco Castillo Torres, ex presidente de COFIDE, y articulista de este portal, ha sido claro y enfático en llamar la atención señalando que el presupuesto que corresponde a Ancash está mal formulado y tampoco lo poco que ha transferido el gobierno central han sido gastados con eficiencia, no se ha invertido ni el tercio por segundo año consecutivo de la administración de Puro Ancash.  Es evidente que la articulación entre el gobierno regional, gobierno central y el legislativo también es demasiado débil. Que nos respondan el gobernador Vargas y los congresistas: ¿Dónde está la cacareada Agenda Ancash? y ¿Cómo está caminando el pregonado “Plan de Reactivación de Ancash”? la respuesta es obvia: casi en nada.

Desde hace mucho tiempo el gobierno regional anda sin brújula, en medio de escándalos de corrupción y donde el Plan de Desarrollo Regional sólo existe para las exposiciones pero no se aplica.

Entonces, más allá del titular alborotador de RPP y de las simpatías y antipatías por Waldo Ríos, la verdad es que el gobierno regional sólo está conectado al piloto automático, el golpe de timón que se le exige a Vargas aún no ha llegado. ¿Llegará?

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