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Relaciones deterioradas

Foto: Andina

Editorial

Relaciones deterioradas

El desorden que se observa en el hospital de Huaraz como en la Dirección Regional partiendo por sus relaciones internas deterioradas no pinta nada positivo para lo que se pretende lograr en el Año del Buen Servicio al Ciudadano.

Como un grosero contraste al «Año del Buen Servicio al Ciudadano» en la Dirección Regional de Salud de Ancash las relaciones humanas entre funcionarios y trabajadores se hallan deteriorados: Un director de la DIRESA procesando a trabajadores y éstos acusándolo de presuntas irregularidades y en el hospital de Huaraz un director que recibe amenaza con balas en el interior de un sobre que dejaron en su escritorio.

La trama parecería al de una novela, pero es extraída de la misma realidad ancashina y huaracina.

Hace mal el director regional de Salud César Fallaque obrar con ánimus de venganza a sabiendas que su ingreso a este sector también fue con una “ayudadita” de Waldo Ríos en un concurso que solo sus amigos sabían, luego de lo defenestraron y cuando retornó mudó la piel de lobo a cordero. Recuerdo, como si fuera hoy, en el programa televisivo en que lo entrevisté decir que “dejaba atrás los malos entendidos” que dicho sea de paso hubo altisonancia de parte del sindicato en su proceder y cuando el asunto parecía estar superado ahora se anuncian destituciones y sanciones.

Así el clima institucional se enrarece cuando más  bien el director regional, funcionarios y trabajadores debieran de consensuar la visión institucional para retomar el tiempo perdido luego de tanto manoseo político de los últimos años y donde la DIRESA ha perdido el brillo que en algún momento tuvo a nivel nacional cuando cumplían sus metas.  Todo el año pasado se la pasaron de huelga en huelga y de enfrentamiento en enfrentamiento y esto no puede seguir siendo el círculo vicioso para el presente año.

En el hospital de Huaraz, el Ministerio Público debiera de ahondar las investigaciones para dar con el malévolo aquel que usando el anonimato pretenda amedrentar al Dr. César Romero a cumplir con sus funciones.  Hay que recordar que lo mismo le pasó al ex director Ricardo Natividad, que cuando quiso aplicar la Ley y los reglamentos se dio con la pared de la mediocridad y ciertos privilegios de quienes se creen dueños del hospital.

No nos engañemos que en el hospital de Huaraz se brinda el peor servicio, no solo por las limitantes infraestructurales y de equipos, sino también por la parte humana.  La mayoría de los médicos atiende mal a los pacientes, sus comportamientos difieren de lo que en cambio presentan cuando los encontramos en clínicas particulares o sus propios consultorios; igual pasa con el personal de enfermería y auxiliar.  En la parte administrativa también hay algunos “caciques” que no quieren perder privilegios y se esmeran por petardear cuanto orden se quiere imponer.  Romero tiene que ejercer su cargo con liderazgo y sapiencia sino quiere terminar como su antecesor.

Es aquí donde el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo, el FEDIP Huaraz y otras organizaciones tienen que actuar.  No es justo que un servicio tan elemental como las prestaciones de Salud esté cada día de mal en peor.  Hagamos que la denominación rimbombante del año sea una realidad y no un simple cliché, comenzando por este sector.

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