Niños, jóvenes y adultos, además de turistas nacionales y extranjeros, acompañaron en la despedida al rey de la alegría, desde su partida en la capital ancashina de Huaraz hasta llegar a su última morada que fue el Río Quillcay.
En su recorrido por el centro histórico, custodiado por agentes de la Serenazgo y la Policía Nacional, el cortejo fúnebre se detuvo, permitiendo a los turistas fotografiarse con los restos de los personajes que dieron vida a la fiesta popular.
Ancash Noticias transmitió de manera ininterrumpida las actividades carnestolendas mediante su espacio virtual Ancash Play y ayer no fue la excepción.
Con el fin de las actividades centrales del carnaval se espera su retorno el 2018 donde diversos comités ya cocinan una nueva estrategia para ganar.