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De la motivación a la acción

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De la motivación a la acción

Hoy reiniciamos los artículos relacionados al Liderazgo como firme apuesta de Ancash Noticias para fomentar lo que hace falta en nuestro país, región y localidad. Compartimos las reflexiones del motivador colombiano-americano Camilo Cruz, en la introducción de su libro «De la motivación a la acción»

El enemigo número uno del éxito no es el fracaso, ni la falta de oportunidades, talento, dinero, educación o apoyo, sino la falta de acción. Muchas ideas mueren más por fala de acción que por cualquier otro motivo; ideas que pudieron haber cambiado, no solo la vida de aquellos que las concibieron, sino también el curso de la humanidad.

Uno de los pensamientos de Norman Vicent Peale es: “La acción es el gran restaurador de la seguridad y la autoestima.  La inactividad no sólo es el resultado, sino la causa del temor.  Es posible que la acción que decidas tomar sea la indicada; o es probable que debas alterar tu plan o actuar de otra manera. Sin embargo, cualquier acción es mejor que no hacer nada”.

¿Qué motiva a las personas a actuar? ¿Qué las impulsa a salir tras sus metas y a no darse por vencidas hasta verlas realizadas? ¿De dónde proviene la fuerza que les permite levantarse una y otra vez y perseverar en el logro de sus sueños a pesar de las dificultades, obstáculos, o problemas que puedan estar enfrentando?

Para entender el origen de esta fuerza invisible que le da a las personas ordinarias un poder extraordinario, debemos empezar por entender que la palabra MOTIVACION es una palabra compuesta por otras dos: motivo y acción. Es decir, aquel motivo que nos impulsa a actuar.

Todos actuamos impulsados por diferentes motivos.  Algunos iniciamos un negocio motivados por el deseo de tener una mayor autonomía sobre nuestro futuro financiero, otros, por el sentimiento de libertad e independencia que nos produce saber que tenemos mucho más control sobre nuestro entorno y nuestras circunstancias o quizás, por el beneficio que creemos que dicha empresa traerá a otras personas.

Las personas triunfadoras asumen retos, riesgos buscando nuevas direcciones.  Quizás no puedan ser las más veloces, ni las más talentosas, ni las que mayores ventajas tenían.  Su éxito fue simplemente el resultado de haber perseguido con empeño aquel motivo que las impulsó a actuar.

Este impulso interior puede ser un deseo, un instinto, un sueño, una pasión, una emoción, un estado de ánimo, o una meta.  Su objetivo es poner en marcha una acción con el fin de producir resultados concretos.

Si sabemos exactamente cuáles son estos motivos, estos resultados que perseguimos y realizamos tareas en funciones de ellos, aprovecharemos mejor nuestro potencial y aumentará nuestra productividad personal. Puesto que todos estos estímulos se encuentran en nuestro interior, cuando hablamos del poder de la motivación, en realidad estamos refiriéndonos al poder para AUTOMOTIVARNOS.

Quizá la mayor fuerza motivacional que opera en el ser humano es el deseo de ver sus sueños cumplidos.

Sin duda, no hay nada que nos motive más a actuar y perseverar hasta lograr nuestro cometido, que la posibilidad de ver nuestras metas hechas realidad.

Cuando decimos que estamos motivados, nos referimos a que tenemos la voluntad para hacer algo y que, además, estamos dispuestos a perseverar en el esfuerzo que eso implica durante el tiempo que sea necesario para conseguir el objetivo esperado.

Si queremos alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto, debemos armarnos de un gran entusiasmo y una actitud mental positiva que nos permita sobrellevar los momentos difíciles.

Ralph Waldo Emerson solía decir: “Nada se logra sin entusiasmo.  Existe algo extraordinario acerca de esa cualidad; algo que saca a relucir lo mejor de cada uno de nosotros.  El verdadero derrotado es aquel que ha perdido su entusiasmo.  Si una personas lo pierde todo excepto su entusiasmo, pronto encontrará de nuevo el camino hacía el éxito”.

Recuerda que lo que en última instancia determina tu éxito en todos los ámbitos de la vida no es lo que te suceda, sino como responder ante ello.  Yo soy una persona optimista, pero si elegí ser positivo y optimista, no fue de una manera ciega o irracional.  Tengo la convicción de que el centro creativo de la naturaleza y de la vida es positivo, optimista y lleno de esperanzas.

Entrevista a Camilo Cruz sobre la importancia de la motivación y la acción

 

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