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El día de la gran decisión

Foto: Ancash Noticias

Editorial

El día de la gran decisión

Hay que decirles no a aquellos que quieren el cargo por status, a los que ven los cargos como un gran negocio. Hay que decirles sí, a quienes quieren servir de verdad y tengan liderazgo necesario para hacerlo.

Hoy es el día de la gran decisión.  Cabe una metáfora: ¿Qué hace Ud. cuando su niño va a ingresar a la primaria? seguramente, lo primero que hace es averiguar quién será su maestro o maestra y qué condiciones pedagógicas y personales tiene.  De tocarle a su niño o niña un buen docente seguramente que estará tranquilo porque lo formará muy bien; si pasa lo contrario, será más que una desgracia.

Igual pasará hoy. ¿Quiénes aspiran a gobernarnos en la región y quiénes nos aspiran a gobernarnos en las provincias y los distritos? Tenemos que conocerlos bien, no solo por fuera sino por dentroTenemos que distinguir lo bueno de lo malo, la verdad de la mentira.  Ya los ancashinos lo hemos vivido en carne propia cuando elegimos a una figura mesiánica que, creyéndose el «Salvador de Ancash» ofreció: los quinientos soles, grifos regionales, banca regional, hospital para cada provincia, chamba para los universitarios, entre otras demagogias más.  Instalado en el poder, no sólo ha sido una gran decepción, sino que no ha culminado su mandato y ha dejado a Ancash casi en ruinas, con cuatro años perdidos.

Con esa lección es pertinente, en estos momentos, ver qué condiciones reúnen los que aspiran a gobernarnos. Nos atrevemos a proponer ocho condiciones básicas: 1). Que sea proactivo y no reactivo (responsable); 2. Que tenga visión (sepa a dónde va y a dónde nos conduce); 3. Que sepa organizar su tiempo, para que luego no se pierda en acciones nimias y no relevantes (ser organizado); 4. Que sea empático (que sepa escuchar) condición elemental para no perder la noción del poder; 5. Que tenga por filosofía el ganar/ganar (un concertador); 6. Que sea un hombre organizador de equipo, porque sólo no podrá a hacer nada (es indispensable que esté rodeado de buenos técnicos); 7. Que aprenda constantemente, y por lo tanto no sea soberbio y 8). Que sea trascendente, transformador, es decir que deje un legado positivo.

Esas son las condiciones elementales para triunfar en un cargo público o privado en el siglo XXI, son las que tiene el político moderno, qué dé lo mejor de sí;  que vaya a servir y no a servirse.  Hay que recordar que política es servicio.

Entonces también hoy hay que saberles decir no, a quienes quieren el cargo de gobernador y alcaldes solo por status social, creyendo que tener dinero y posición social es sinónimo de buen político, de esos hemos tenido y tenemos a muchos, que se lucen con la medalla de la región y la ciudad por todos lados aunque su gobierno local esté hecho un desastre…total quieren ser autoridades y lo han logrado para la foto pero no su posición ante la historia; y también decirles no, a  aquellos que van a servirse, es decir los que ven al cargo como un gran negocio donde lucrar económicamente sea primero y no importándoles si para eso ya ingresaron hipotecados por empresarios que luego se llevarán todas las tajadas de la torta.

Su destino, amable lector, está en sus manos.  Tome la mejor decisión, luego no se arrepienta

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