Coronavirus: Marlene Chinchay, la ancashina que informa sobre el coronavirus en quechua
Un grupo de traductores e intérpretes del Ministerio de Cultura lleva el mensaje del coronavirus a las lenguas originarias. Marlene Chinchay se encarga de traducirlo y contextualizarlo al quechua de Áncash.
“Makita alliq alliq atska yakuwan jabonwan paqakuy, kayta 20 segundus ruray.” En quechua, “Lávate las manos con agua y jabón por 20 segundos”. Es la primera oración que se lee en los afiches informativos, microprogramas, spots radiales y videos que se difunde el Ministerio de Salud en todo Ancash, para prevenir el contagio del covid-19.
“No es solo hacer trabajo de traducción, sino que tienes que conocer el contexto y la realidad de una población, para darlo”, explica Marlene Chinchay, una ancashina de 32 años que integra el equipo de traductores e intérpretes del Ministerio de Cultura. Es la única traductora del quechua de Áncash. En el Perú existen tres variedades de quechua: el del sur, el central o chanka y el de Áncash. Se trata de unidades lingüísticas autónomas.
Comprender la realidad
“Nosotros, los traductores, vemos con otros ojos”, explica. En las comunidades de Áncash no hay alcohol ni gel. ¿Entonces con qué me lavo? La gente utiliza más el detergente de ropa, y lo conoce como “Ace”. Es un elemento que los mensajes deben de incluir.
En la construcción del mensaje de la pandemia, la palabra principal es “coronavirus”, un neologismo que debe de tomarse como préstamo lingüístico, a la vez se debe de explicar que se trata de una enfermedad nueva, que los hablantes del castellano tampoco conocían con anterioridad.
Vocación en la lengua ancashina
“Lo importante para desarrollar las traducciones es respetar los valores y costumbres de las poblaciones”, recuerda Marlene. Es la coordinadora interna de los traductores e intérpretes de planta de la Dirección de Lenguas, del viceministerio de Interculturalidad del Ministerio de Cultura. No solo ve lo relacionado al quechua, sino que coordina el trabajo en las otras lenguas originarias.
Desde que se inició la pandemia, este equipo ha tenido a su cargo la traducción de los mensajes de traducción a más de 20 lenguas originarias del Perú y sus variantes, considerando la realidad de los pueblos.
En tiempos del teletrabajo y la emergencia sanitaria nacional, Marlene hace sus labores cotidianas desde Jangas, el distrito del Callejón de Huaylas donde nació.
Cifras y discriminaciones en Áncash
Si bien en la mayoría de las zonas de Áncash hablan el quechua, inclusive en las provincias costeras de Santa, Casma y Huarmey, a donde llegan a trabajar muchos migrantes de las zonas andinas, en el Censos Nacionales 2017, solo el 30.46% de los ancashinos afirma que aprendieron en su niñez el idioma de los incas.
“Muchos quechuahablantes no lo indican por discriminación, porque no se son atendidos en su lengua y pierden el interés de hablar en quechua. Yo siempre he querido luchar por esa gente que habla una lengua distinta al castellano. He venido formándome y mejorando mi expertiz en estos temas”, cuenta.
Marlene estudió Educación Intercultural Bilingüe (EIB), en la Universidad Santiago Antúnez de Mayolo; luego trabajó en instituciones como el INEI y la ONPE que hacen trabajos con las comunidades más alejadas. Fue lo que le gustó más a Marlene. Luego trabajó en la Dirección Desconcentrada de Cultura de Áncash para trabajar temas de interculturalidad.
Ella ha trabajado en la señalética en quechua y castellano en las oficinas y los servicios del Museo Arqueológico de Ancash. Pero no quería ser una empírica. Postuló al Ministerio de Cultura y logró una vacante para el curso de intérpretes y traductores en lenguas originarias.
Teletrabajo diario desde Áncash
Desde Jangas, en la casa de sus padres donde ella se quedó cuando el Presidente de la República anunció el aislamiento social obligatorio, Marlene Chinchay coordina con su equipo multilinguístico.
El director de Lenguas Indígenas del Mincul envía el contenido que será traducido, ella lo distribuye con los intérpretes y traductores, para explicar cuál es la secuencia y cómo deben de trabajar.
No solo traduce, como sus compañeros, Marlene Chinchay se ha visto forzada también a dejar la timidez y locutar llevando el mensaje del covid-19 a las radios de la región Áncash. Y también ha prestado su voz para los videos. Esto ha significado tiempo practicando y grabando creativamente con los insumos que encuentra.