La culminación de la obra de pistas y veredas en el asentamiento Cerro Blanco en Casma sigue en suspenso. El director de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Áncash, Rui Escobar Gamboa, confirmó que están a la espera de la autorización desde Lima para realizar una visita de campo que permita definir si el proyecto puede continuar en los últimos 200 metros, tramo que generó discrepancias con los pobladores debido a la identificación de posibles restos arqueológicos.
Durante una reunión con vecinos del sector, Escobar explicó que el plan de monitoreo arqueológico inicial ya fue aprobado y ejecutado; sin embargo, cuando la población solicitó la incorporación de un nuevo segmento de vía, se detectaron indicios de evidencia arqueológica en la evaluación preliminar. “Ellos no estuvieron de acuerdo con esa valoración y han apelado, además de presentar nuevos elementos que deben ser formalizados en el proceso”, señaló.
Los pobladores argumentaron que el área señalada como sensible no correspondería directamente a la vía, sino a zonas colindantes donde previamente se instalaron tuberías y se removió el terreno. Ante ello, la Dirección Desconcentrada de Cultura de Áncash reconoció que estos aportes abren la posibilidad de una nueva inspección en campo para reconsiderar los resultados iniciales.
Escobar precisó que la decisión final no depende de la oficina regional, sino del Ministerio de Cultura en Lima, que debe emitir la autorización para que se concrete la visita técnica. “Apenas llegue el documento, realizaremos la inspección necesaria. Lo importante es que se entienda que existen mecanismos de apelación y, si corresponde, se puede plantear un proyecto de evaluación arqueológica para que la obra continúe”, agregó.
Mientras tanto, la comunidad de Cerro Blanco espera que el proceso se acelere, pues la vía asfaltada es considerada fundamental para mejorar la transitabilidad y la conexión en esta parte de Casma.