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Víctimas de sus mentiras

Foto: Diario Correo

Editorial

Víctimas de sus mentiras

Las mentiras tienen patas cortas. Waldo Ríos y Angel Durán, terminaron enfrentados entre sí y vacados. Toca hoy a los consejeros a no reeditar lo mismo, tienen el deber de elegir a un honesto y preparado.

“En la boca del mentiroso lo cierto se hace dudoso” reza una moraleja del cuento “El Pastor Mentiroso” que con contundencia se aplica en los casos de Waldo Ríos (ex gobernador) y Ángel Durán (ex consejero), los dos socios que embaucaron a todo el pueblo ancashino con la promesa fácil de los 500 soles y un listado de ocurrencias demagógicas.

Ambos han sido víctimas de sus propias mentiras.

El ex gobernador es un embustero compulsivo, cuando postuló a la alcaldía de Huaraz engatusó con el cuento de la rebaja de la tarifa del agua potable a un sol; luego al llegar a la alcaldía sobrevaluó las obras, por el que ha sido condenado y tiene aún otros procesos judiciales más. Como congresista juró lealtad al Frente Independiente Moralizador pero terminó en las filas del fujimontesinismo (por el que también fue sentenciado)

Años más tarde se presentó a las contiendas electorales regionales; cuando vio que podía ser observado postuló a su cuñado. Otra vez no fue sincero con el pueblo y confesar que pesaba sobre él una sentencia que lo inhabilitaba como candidato.

En las últimas elecciones, Ríos no sólo embaucó con la promesa de los 500 soles sino también al no decirle al pueblo que debía al Estado una reparación civil y tenía varios procesos judiciales pendientes cuando fue burgomaestre.  Por uno de ellos es el que está sentenciado y la Suprema ha confirmado su sentencia perdiendo así su cargo de gobernador.

Ahora le tocó el turno a su ex socio, el díscolo consejero regional por Huaraz Ángel Durán quien suele predicar moralidad y honradez cuando su proceder es todo lo contrario. Basta ver el rosario de procesos judiciales que tiene especialmente por estafar, difamar y mentir compulsivamente.

Cuando se hizo público que había una sentencia por peligro común, primero negó, luego aceptó y hasta llegó a decir que el caso había sido archivado por la Corte Suprema, cuando lo que en realidad hizo fue dilatar su vacancia con leguleyadas que finalmente advirtió el JNE que terminó finalmente vacándolo.

Hoy Ríos y Durán ya dejaron de ser autoridades, con esto Ancash debe inaugurar un nuevo período para recobrar su decencia y dignidad. Está notificado para no volver caer en la promesa fácil y la demagogia, puesto que las mentiras tienen patas cortas.

Hoy, precisamente, los consejeros regionales tienen una cita con la historia: pasar a ella con la firme determinación y elección de una persona seria, preparada y honesta.  La región ya no quiere más demagogos ni mentirosos.

 

 

 

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