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Editorial

¿Desde cero?

El gobernador interino aún no sabe lo que quiere. Dice que se van todos los funcionarios, pero hasta ahora no tiene ninguno. Un mal comienzo que revela improvisación.

Con muchos bríos en los discursos de su elección y juramentación el flamante gobernador interino anunció que relevará al 100% de funcionarios regionales para iniciar una nueva etapa de gestión que debe caracterizarse por la transparencia como por la ejecutividad.  Indudablemente el buen propósito es halagüeño, pero hay que recordar también que hasta el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones.

Y lo decimos porque ayer luego de su juramentación esperábamos todos conocer al equipo técnico y al equipo de transferencia pero Gamarra se disculpó en no hacerlo sino dentro de “ocho o diez días” o sea hasta la quincena de mayo la región continuará en incertidumbre, situación que tiene más bien efectos muchos más negativos para la gobernabilidad.

¿Cómo es posible que pese a siete días de transcurrido su elección el nuevo inquilino del poder regional no tenga siquiera el nombre de su gerente general y a sus gerentes de línea? ¿Con quiénes entonces va a hacer el proceso de transferencia si es que los actuales ya pusieron sus cargos a disposición?

Son preguntas que quedan flotando y que no auguran sino ya una imagen de improvisación en lugar de confianza que es lo que está demandando desde hace ratos la opinión pública.  No queremos creer que su falta de decisión se deba a la nueva negociaciones de las fuerzas que lo respaldaron para ser elegido, porque por allí ya estamos viendo asomar a varias caras que trabajaron con el waldismo y que hacen temer lo peor.

El consejero delegado Pedro Izquierdo parece ya haber advertido el desatino del flamante gobernador interino al señalar su disconformidad en licenciar a todos los funcionarios regionales cuando se saben que no se pueden meter a todos en un solo saco, así como hay varios cuestionados e ineficientes hay también muchos que están trabajando y están dedicando lo mejor de sí, lo que hubiera sido mejor es evaluarlo.

Gamarra cae así en la trampa de la demagogia pública de decir “vamos a comenzar desde cero” sin tener en cuenta que por más mala que haya sido una gestión siempre habrá algo bueno por rescatar y mejorar.  Ya estamos cansados de ver cómo desde que Ríos accedió al poder durante estos dos años y cuatro meses se cambien a funcionarios como se cambian de ropas interiores.

Ojalá que en la sesión próxima a la que está convocando el consejo regional y a la que Gamarra está siendo convocado para dar a conocer su hoja de ruta, no tengamos más frases retóricas sino se respondan a las puntuales preguntas como: Qué se quiere hacer, cómo se va a hacer, con qué se va hacer y cuándo se va a hacer.

“Elemental, mi querido Watson” como dice un dicho popular.

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